domingo, 31 de agosto de 2014

¿QUÉ ES REALMENTE EL TIEMPO?

Publicado por Ana María Colina.




Vivimos en una constante carrera cotidiana, sin saber cómo parar.
Las exigencias profesionales y la vida familiar, todo nuestro día a día, estamos en un sin parar, para lograr nuestra felicidad y la de nuestro entorno más cercano, sin tomar en cuenta que cada día tiene su propio afán.  
El tiempo enseña, sana y borra. El tiempo muestra y oculta. El tiempo aclara y confunde. El tiempo todo se lo lleva y todo lo trae. El tiempo es olvido y memoria, pérdida y hallazgo, ayer y mañana, recuerdo y proyecto. El tiempo construye y destruye, asola y rehace, abate y eleva. El tiempo trae muerte y vida, enfermedad y sanación, oscuridad y luz, sonido y silencio. Todo ocurre gracias al tiempo, a pesar del tiempo, con el tiempo, a través del tiempo, inmerso en el tiempo y, a veces, a tiempo.
Con el suficiente tiempo todo puede llegar a acontecer. Si nos comparamos con el universo, nuestra vida es apenas un leve suspiro, somos tan longevos como el mismo universo.
Todo momento vivido se transforma, en el mismo instante de ser vivido, en un recuerdo que descartamos o atesoramos sobre la marcha para pasar, rápidamente, a fabricar otro.
De niño, el tiempo, es... otra cosa.
Que el tiempo sea nuestro amigo o nuestro enemigo no depende de él, sino de nuestra percepción de lo que su paso supone.
Por eso he aprendido….
Hay que creer en hechos, no en palabras. Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Aprendí que están enamorado es la más bella de las locuras. Que cuando las palabras fallan, la música habla. Que no importa que tan fuerte seamos, todo en algún momento necesitamos un abrazo. Que la palabra escrita, escrita se queda. Que quien te quiere te busca, piensa en ti, lo demuestra. Que no hay arma más poderosa que las palabras. Aprendí que los amigos pueden contarse con los dedos. Que una sonrisa tiene el poder de cambiar el mundo. Que si quieres algo debes levantarte e ir tras ello, y sobre todo, he aprendido, que en la vida, no se trata de ser perfecto, se trata de ser feliz. Toma el tiempo para ver la belleza que te rodea, hay mucho más en la vida que el trabajo. Las personas felices se toman el tiempo para oler las rosas, ver una puesta de sol o un amanecer con un ser querido, dar un paseo, caminar… Aprende a vivir en el presente, en lugar del pasado o del futuro. Sin tiempo no hay vida y sin vida no hay tiempo.
A veces deseamos inmortalizar un momento, congelar el tiempo, quizás sin pensar, que en lo imperante hallamos la eternidad. Nada es para siempre, el café se enfría, el cigarrillo se apaga, el tiempo pasa y las personas cambian.

Gracias Grace!
Luis Díaz.

sábado, 30 de agosto de 2014

RESISTIRÉ

Publicado por CB Ana María






              Resiste
…hasta que vuelvas
A encontrar tu sonrisa.

Cuando la vida parezca una montaña
Demasiado  difícil de escalar…
qué encuentres la fuerza para dar un solo paso más.

Cuando el viaje parezca demasiado difícil de soportar…
qué encuentres el coraje para enfrentar un día más.

Cuando sientas que has perdido el rumbo
y no sepas donde ir…
que tu fé y confianza guíen el camino.

Y cuando sea difícil creer
qué alguna vez las cosas mejorarán..
qué puedas buscar dentro de tu corazón ~
y encontrar esperanza.

Desearía que no tuvieras que haber pasado por esto,
pero recuerda que toda tormenta es pasajera
y la luz del sol y los días más luminosos siempre le siguen a la lluvia.

Debes saber que mi corazón está contigo –
Y te estoy deseando fuerza,
coraje, fé y confianza
Hasta que estos duros momentos pasen.


~Jason Blume

jueves, 28 de agosto de 2014

SOLO EL AMOR ES REAL.

De la mano de la intuición tocada por la sensibilidad del corazón, he sentido que debo plasmar lo que sale del corazón.
El  corazón alegre hermosea el rostro, más por el dolor del corazón el espíritu se abate”.  ¿Cómo está tu corazón?  ¿Hay gozo, alegría, satisfacción?  O por el contrario ¿tienes resentimientos, quejas, críticas, enojos, griterías, envidias, soledad, ansiedad, tristeza. La belleza interior. Para cambiar tu vida por fuera, debes cambiar tú por dentro.

En el momento en que te dispones a cambiar,  es asombroso cómo el Universo comienza ayudarte, y te trae lo que necesita.

Sólo el amor es real.
El amor es una energía de increíble poder y fuerza.
Todos estamos hechos de esa energía.
El amor es algo absoluto.
El amor no termina nunca, no se detiene nunca.
La forma más pura es el amor incondicional, el que no espera nada a cambio.
Escuchemos nuestras intuiciones y no dejemos que nuestros miedos influyan en los murmullos de nuestro corazón.
Vivamos la libertad de amar sin reprimirnos, sin reservas, sin condiciones. No tengamos miedo, somos siempre amados. 
De hecho, somos amor. ¿Cuándo vas a aprender a amarte a ti mismo? ¿Cuándo vas a entender que estás aquí con un propósito y no por accidente; que te han creado magnífico, que no te crearon sucio y que Dios está en ti?. ” Amarse a uno mismo no es ego. Amarse a uno mismo es normal. ¡Existes por una razón! Puedes erguirte y estar orgulloso de ser un Ser Humano. Puedes amarte a ti mismo por eso. Nunca estás sólo, jamás. ¡Así que ámate! 

Fuente: Dr. Weiss Brian.
          Solo el amor es real. 





miércoles, 27 de agosto de 2014

Aprendiendo a escuchar.

Publicado por CB Ana María


¿Por qué tienes unas orejotas tan grandes y la boca tan pequeña? Porque debemos escuchar más y hablar menos. Puede que hablar sea una necesidad, pero escuchar es ¡un arte! 
Un día cualquiera de nuestra vida, reflexionamos todo lo que decimos durante el día, y nos damos cuenta que <<no nos escuchamos>> que es más fácil utilizar a otros, que predicar con el ejemplo. Debemos entender que cada uno necesita su espacio, su tiempo y ser respetado.
¿Cómo podríamos aprender a escuchar desde el punto de vista psicológico? Porque saber escuchar lógicamente, o saber escuchar, dijéramos, físicamente, es cosa relativamente fácil, pero psicológicamente, ¡cuán difícil es saber escuchar!
Hay que estar en actitud receptiva. Esos que están llenos de orgullo, de auto-suficiencia, esos que están rellenos de teorías, ¿creen ustedes acaso que se encuentran en el estado preciso para poder escucharnos? Ante todo, tenemos que reconocer nuestra propia  miseria interior, antes de poder escuchar a otros. Pues antes, si hemos escuchado nosotros  miles y hasta millones de veces, lo que nos han dicho, y creemos que la  hemos escuchado, pero en realidad de verdad, no hemos escuchado nada.
Ven ustedes qué difícil es saber escuchar, vean ustedes cuán trabajoso es. Se necesita ante todo ser conscientes, si queremos saber escuchar.
Así que,  nosotros debemos volvernos cada vez más receptivos debemos aprender a escuchar psicológicamente. Para poder escuchar, hay que estar atentos a los que nos quieren decir, ser conscientes...!
Un cuento Zen, nos trae a  colación.
Un discípulo que se quejaba constantemente a su Maestro de que le ocultaba el secreto último del Zen.
«Un día, el Maestro se lo llevó a pasear con él por el monte. Mientras paseaban, oyeron cantar a un pájaro.
—'¿Has oído el canto de ese pájaro?', le preguntó el Maestro.
—'Sí', respondió el discípulo.       
—'Bien, ahora ya sabes que no te he estado ocultando nada'.
—'Sí', asintió el discípulo»'.
Oír, escuchar, contemplar…. requieren un ámbito y una actitud bien distintos de los que habitualmente nos rodean: ruidos, o palabras. «Palabras para cantar, palabras para rezar, palabras para llorar, palabras, palabras, palabras...» ¿Es lo mismo «escuchar» que «oir»? Los psicólogos destacan la importancia de esta dinámica del escuchar, calificándola con elocuentes epítetos. C. Rogers hablará del «escuchar empático»; R. Carkhuff, del «escuchar activo», como contrapuesto al pasivo; J. Rowan, del «escuchar holístico» (la escucha como proceso de la totalidad); y E. Gendlin, del «escuchar absoluto» o del «escuchar terapéutico», subrayando en este caso que la escucha no es sólo una mera disposición o simple paso dentro de un proceso de cambio, sino que puede ser en sí misma un proceso sonante, por la capacidad que tiene de facilitar la clave de comprensión de los significados. M. Marroquín ha insistido en esta misma línea, encuadrando la escucha activa como una destreza imprescindible en cualquier tipo de relación de ayuda.
También se ha categorizado adecuadamente el escuchar como el proceso de la atención psicológica interna. Escuchamos desde nuestro adentro, limpio de ruidos, y con la atención relajada. Es indudable que hay personas con más habilidad que otras para manejar estos procesos de forma natural, lo mismo que hay personas más hábiles para hablar, que  para escuchar
«La mayoría de nosotros escuchamos a través de una pantalla de resistencia. De una auténtica escucha nos separan nuestros prejuicios, sean religiosos o espirituales, psicológicos o científicos; nos separan nuestras preocupaciones diarias, nuestros deseos o expectativas, nuestros miedos, etc. Y con esto como pantalla... ¡escuchamos! Por lo cual, lo que realmente escuchamos es... nuestro ruido, nuestro sonido, no lo que realmente está siendo dicho...»
Escuchar y ser escuchado: es un arte experiencial. Cuando realmente puedo escuchar a alguien,  me pone en contacto con él individuo, enriquece mi vida. A través de la escucha he aprendido todo lo que sé sobre los individuos, la personalidad y las relaciones interpersonales. La falta de comunicación, que era —y sigue siendo— tan común.

Me gusta ser escuchada!!. Innumerables veces en mi vida, me he encontrado dando vueltas a una misma cosa o invadida por sentimientos de inutilidad o de desprecio. Creo que he sido más afortunada que muchos, al encontrar en esos momentos a individuos que han sido capaces de escuchar mis sentimientos más profundamente de como los he conocido yo, escuchándome sin juzgarme ni evaluarme...»

martes, 26 de agosto de 2014

¡Reinventarse!

Publicado por CB Ana María






"Cuando la fruta está madura simplemente cae. Cuando el momento es apropiado, simplemente sucede"

.La manera en que percibimos la vida está totalmente condicionada por nuestros pensamientos, nuestras creencias, nuestros miedos, nuestras experiencias y nuestros deseos. Si queremos cambiar nuestra vida, primero debemos cambiar nuestra manera de interpretarla.

Constantemente vivimos haciendo cambios, queriendo mejorar nuestro entorno, eliminando lo que no necesitamos, buscando llenar vacíos con cosas que no necesitamos, pero deseando siempre reinventarnos.
Cuando nos damos cuenta que los cambios se deben hacer de adentro hacía afuera, es allí cuando comienza el dilema. Sentimientos encontrados, miedos, ira, odios,involucrando personas, sin tomar en cuenta, ¿qué es lo que verdaderamente queremos hacer?.

Siempre hay varias maneras de alcanzar nuestras metas, sentirnos plenos y realizados. Cuando algún aspecto de nuestra vida no nos gusta,cambiemos nuestro enfoque sobre él. Si siempre hacemos lo mismo, el resultado será el mismo.Cuando uno cambia la forma de ver las cosas, las mismas cosas cambian.

Tenemos el poder ahora de cambiar nuestra manera de pensar y de liberarnos del peso de nuestro pasado. Cada instante presente es una eternidad en sí mismo, llénala de posibilidades.
Las cosas, las personas y las situaciones, sólo tienen poder sobre nosotros en la medida en que les damos dicho poder.
Nunca es tarde para retomar la responsabilidad de nuestra vida y desarrollar nuestro pleno potencial.

Tan solo existen dos emociones: el amor, que es nuestra herencia natural y el miedo, un invento de nuestras mentes y que es ilusorio. Todos los instantes del día elegimos entre las dos emociones y nuestra elección determina el tipo de día que tenemos y el modo en que percibimos el mundo. Si enseñamos el miedo, la descripción de la realidad que aceptamos como propia estará llena de miedo.Además, "tener miedo está pasado de moda". ¡Atrévete a cambiar!

 De la  misma forma un mundo lleno de amor será nuestro cuando extendamos solamente amor.
Esto significa que el mundo no tiene que cambiar antes de que nosotros seamos felices, apacibles o cuidadosos con los demás. Lo único que tiene que cambiar es nuestra actitud. El cambio es posible, no obligatorio.

Fuente: Libro Reinventarse, Tu segunda oportunidad
            Mario Alonso Puig.














lunes, 25 de agosto de 2014

EL PODER DEL NOMBRE





Cuando dicen nuestro  nombre nos sentimos importantes, nos sentimos más validados, sentimos que somos alguien. Desde pequeños y hasta el día de hoy, una forma de que no hiciéramos algo era repetir nuestro nombre seguidamente. La forma en que tiene la madre de influir en los hijos es repetir su nombre una y otra vez en tono imperativo y a veces amenazante. Obviamente debes tener en cuenta que te has establecido desde pequeño con tu nombre.

En la cuestión de la adivinación de los nombres, pronunciar el nombre de una persona es formular un deseo o una bendición acerca de él cada vez que se pronuncia. Nombramos estos dos temperamentos que llevamos dentro para casar el ego con el espíritu. Esta pronunciación del nombre y este casamiento se llaman, con palabras humanas, amor propio. Cuando se produce entre dos personas individuales se llama amor recíproco.

Dar nombre a una fuerza, una criatura, una persona o una cosa tiene varias connotaciones. En las culturas en las que los nombres se eligen cuidadosamente por sus significados mágicos o propicios, conocer el verdadero nombre de una persona significa conocer el camino vital y las cualidades espirituales de dicha persona. Y la razón de que el verdadero nombre se mantenga a menudo en secreto es la necesidad de proteger a su propietario para que pueda adquirir poder sobre dicho nombre y nadie lo pueda vilipendiar o pueda apartar la atención de él y para que su poder espiritual pueda desarrollarse en toda su plenitud.

En los cuentos de hadas y las narraciones populares el nombre tiene varios aspectos adicionales. Aunque en algunos cuentos el protagonista busca el nombre de una fuerza perversa para poder dominarla, por regla general la búsqueda del nombre obedece al deseo de evocar esta fuerza o a esta persona, a la necesidad de estar cerca de esta persona.


Conocer los nombres equivale a adquirir y conservar la conciencia de la doble naturaleza. Por mucho que uno lo desee e incluso recurriendo al uso del propio poder, no se puede establecer una relación profunda sin conocer los nombres. Pero no tenemos que preocuparnos demasiado. El solo hecho de que nos interese descubrir los nombres significa que ya vamos por buen camino. según las personas, pero tienden a ser en cierto modo contrarios. Tal como ocurre con buena parte del mundo natural, es posible que al principio los nombres nos parezcan inmensos y pensemos que carecen de una pauta o repetición determinada. 


Fuente: Mujeres que corren con los lobos.
Publicado por: Ana María C.B.