martes, 6 de octubre de 2015

HAY AMORES CONTRARIADOS…






“Es tan lindo saber que usted existe…” Mario Benedetti.

Un amante te hace soñar, te hace vivir, te hace sentir amado.

En los amores contrariados, todos salen lastimados.

Tenemos una de las mejores maneras de curar nuestras enfermedades y es dar y recibir amor. Aunque no lo creamos es un sentimiento que nos da mucha felicidad, porque intervienen una serie de hormonas que segrega nuestro organismo que nos hace sentir: más jóvenes, enérgicos y por ende mucho más felices.

Lo decimos y lo repetimos de manera reiterada: “El amor es el motor que mueve el mundo”. “La medicina que cura los corazones”. ¡Qué bonito es el amor! tenemos la necesidad de amar y de ser amados.
Pero, ¿Qué sucede cuando ese amor no es lo que nos acompaña en nuestras vidas? Los amores contrariados son experiencias que ocurren todos los días. Aun cuando estamos compartiendo en parejas o casados.

Allí vienen los sentimientos encontrados; donde queremos sentirnos amados y  eso no sucede con la pareja con la que compartimos. Llega el momento donde aparece alguien que se interesa en nosotros Una mujer ama a un hombre en secreto pero él está enamorado de otra mujer; o un hombre que quiere a una mujer que ama a otro hombre que no es él.

¿En qué parte de la relación te encuentras en este momento? Es bueno hacer ese tipo de preguntas y reflexionar sobre las respuestas que vengan a nuestra mente. Uno no se enamora de un rostro o un cuerpo. Esa fachada puede ocultar a alguien sin sentimientos, incapaz de respetar a una pareja, que acostumbra a mentir para conseguir sus objetivos y luego puede desaparecer sin dejar rastros. Quizás el cansancio, la falta de alegría e innovación en la relaciones de pareja hace que se  convierta todo en rutina. Ya sea que se haya ido por cansancio, por volver con uno de sus viejos amores o simplemente por una nueva persona.

Algo que está muy de moda es “hay que buscarse un amante.” Aunque  lo tomemos como una frivolidad, hoy en día está teniendo mucha repercusión. ¿Qué buscamos en un amante? A alguien que venga a satisfacer la necesidades de sentirnos amados, aunque inconscientemente lo que estamos buscando más que nada es; en quien depositar su amor.
¿Somos infieles a nuestra pareja cuando le mentimos de manera consciente y a sabiendas de que nuestro comportamiento no es el correcto?
Alguien que se busca un amante,  hablando de adulterio; es aquel que se siente insatisfecho en el amor y con la vida o hay mucha gente que quisiera tener un amante pero nunca lo reconoce, ya sea por temor, por cargo de conciencia, o por miedo. Un amante te hace soñar, te hace vivir, te hace sentir amado. "Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida". JORGE BUCAY.

A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja y cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente o en la amistad.  

lunes, 5 de octubre de 2015

¡SIEMPRE HABRÁ TIEMPO!




Un profesor de filosofía se paró frente a su clase, y puso algunas cosas frente a sí. Cuando la clase comenzó, sin decir palabra tomó un enorme frasco de mayonesa y lo llenó con bolas de golf. Luego preguntó a los estudiantes si el frasco estaba lleno. Estos estuvieron de acuerdo. Luego el profesor tomó una caja con piedritas y la vació dentro del frasco.
Agitó levemente el frasco. Las piedritas se colocaron dentro de los espacios entre las bolas de golf. Luego preguntó de nuevo si el frasco estaba lleno. Nuevamente estuvieron de acuerdo en que sí.
El profesor tomó entonces una caja de arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto la arena lleno todos los espacios disponibles. Preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno. Los estudiantes respondieron con un unánime “Sí”.
El profesor tomó luego dos tazas de café de su escritorio y las vació dentro del frasco, llenó efectivamente los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes rieron. “Ahora bien”, dijo el profesor a medida que la risa iba bajando, quiero que supongan que este frasco es su vida. Las bolas de golf son las cosas importantes – la familia, sus hijos, su salud, sus amigos y sus pasiones favoritas – y si todo lo demás se perdiera, aún así su vida seguiría llena. Las piedritas son algunas otras cosas que importan – como su trabajo, su casa, etc. La arena es todo lo demás – las pequeñeces o cosas poco importantes.

“Si ustedes ponen la arena primera en el frasco”, no habrá  espacios para las piedritas o las bolas de golf. Lo mismo pasa con la vida, si ustedes gastan su tiempo y energía en pequeñeces, no habrá espacios para las cosas que realmente son importantes para la vida de ustedes. Pongan atención a las cosas que realmente son importantes para su felicidad. Jueguen con sus hijos, tomen tiempo para hacerse un chequeo médico, salgan con su esposa a cenar, disfruten de sus pasiones favoritas. Siempre habrá tiempo para ordenar la casa o hacer cosas pequeñas. Ocúpense de las bolas de golf primero, establezcan sus prioridades. El resto es solo arena. 
Uno de los estudiantes alzó la mano y preguntó qué representaba el café, el profesor sonrió. Me alegra que preguntes, es sólo para mostrar que no importa que tan llena pueda parecer tu vida, siempre habrá un espacio para un par de tazas de café con un amigo.

Cuando se dedican horas de esfuerzo y sacrificios cada día a lo que deseamos lograr en la vida, terminamos logrando el éxito. El precio a pagar para lograr la excelencia es muy alto, pero si se hace con ilusión y alegría  lo logramos. La satisfacción personal cuando se hacen las cosas que nos gustan, se muestran en los resultados, esto no quiere decir que tengas que dejar de lado lo que te importa en la vida.

sábado, 3 de octubre de 2015

MAS ALLÁ DE LA APARIENCIA

Publicado por CB Ana María

Cuento sobre la queja.
Llega un discípulo a un templo zen cuya regla era el silencio y sólo se podían decir dos palabras por cada año.
Los venerables (dos) le dan las tareas que deberá realizar ese período y al finalizarlo, le preguntan las dos palabras. El discípulo piensa, y dice: Comida fría.
Los venerables se maravillan de cómo el muchacho estaba progresando y pudiendo resumir tan bien sus vivencias. Al cabo del próximo período de 12 meses, cuando le preguntan las dos palabras, el alumno, muy concentrado al fin responde: Cama dura.
Todas las observaciones eran bienvenidas en el monasterio y los monjes trataban de mejorar la estadía de los alumnos.
Cuando llegó el fin del tercer año, y le preguntan al muchacho sus dos palabras para esta reunión, éste dice: “ME VOY”.
Cuando los venerables quedaron solos, el mayor expresa: ¡Esto se veía venir!... Estaba todo el tiempo quejándose.  En estos tiempos que corren una constante es la queja por lo que no podemos tener, sin percatarnos de todas las bendiciones que recibimos cada día. Aceptar el pasado tal como fue nos ayuda a afrontarlo con valentía, reconciliarnos con él y avanzar logrando cambios en el presente. En definitiva hacer buenas migas con el pasado nos nutre y fortalece para vivir el presente y abonarlo con alegría y aceptación.”

En un mundo donde las cosas están pasando muy de prisa, se nos exige mucho más en cada situación de vida tanto laboral, emocional, familiar,  de amistades, nuestras pasiones favoritas, y así sucesivamente; no estamos de acuerdo en nada y nos cuesta entender a los otros, nos cuesta escuchar y un sinfín de cosas para el despertar y evolucionar el estado de conciencia. En esta era del crecimiento  donde no ya no se llaman las cosas como hasta hace poco, por ejemplo: antes era crisis, ahora son cambios, antes era un gamberro, ahora es un transgresor, así vamos cambiando, donde el reloj despertador sonaba tic-tac, tic-tac, ahora suena riiiiiiinnnnnnggggg! Todo es parte del cambio, de la globalización, y de la tecnología.  
Todas estas situaciones nos ponen en el disparadero, porque con tanto estrés y exigencias, se nos ha olvidado que en los pequeños detalles y en el amor verdadero es donde se encuentran los propios valores de lo que necesitamos

viernes, 2 de octubre de 2015

PODER DE LA PALABRA

Lo que los demás piensen de ti no es tu problema. “Paulo Coelho”



 Es normal no llevarnos igual de bien con todos y que algunos rasgos de personalidad o comportamientos no nos atraigan tanto. Hay personas con las que simplemente no nos apetece relacionarnos. Pero cuando experimentamos una fuerte reacción emocional sin ningún motivo suficientemente razonable que lo justifique, es cuando se vuelve nocivo. Hay algo no resuelto ahí que nuestro inconsciente está tratando de comunicarnos.  No estamos exentos de pronunciar palabras que no han sido mal dichas sino mal interpretadas, causando daño a quiénes se ven reflejado en lo dicho, por eso debemos aprender, recapacitar y escuchar porque las palabras pueden sanar, crear, pero también destruir. La vibración con la que se dicen importa tanto como lo que digas. Uno simplemente puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo.
En reiteradas oportunidades se ha hablado de ¿cómo duelen las cosas dichas? dependiendo de quién las diga… Las palabras tienen su peso específico. Eso lo vemos reflejado cuando hay una gran ira en una situación donde se han dicho unas palabras que tienen un significado diferente dependiendo del momento que estemos pasando,  y de quién las haya dicho.
Si fuésemos conscientes de que las palabras dichas afectan a quienes se las decimos, pero también a nosotros y al mundo que nos rodea. Las palabras poseen mucha energía. A. Einstein dijo que las palabras están vinculadas energéticamente a nuestro pensamiento.
Muchas veces decimos o hacemos cosas desde la ira pero después nos arrepentimos. “Habla sin controlar la ira y obtendrás el mejor discurso del que podrás arrepentirte”. Ambrose Bierce.
No olvides que también existe la agresividad positiva. Por ejemplo, si te sientes enfadado, puede ser un buen momento para practicar deporte, así no solo te relajarás sino que probablemente notarás que tu rendimiento mejora. Recuerda que la ira no es más que energía por lo que puedes usarla a tu favor y canalizándola a través de una actividad de manera que te resulte beneficiosa. Escribir tiene un poder terapéutico por lo que puedes aprovecharlo para aprender a controlar la ira. Plasma en papel todo aquello que te ha hecho enfadar, si fue una persona revisa ¿qué te ha molestado de lo  dicho o hecho?
No nos enseñan esto y lo cierto es que se pasa francamente mal; se cuestionan muchas veces, ¿el porqué de esas palabras? Y es allí donde comenzamos a cuestionarlo todo. Con el tiempo se aprende a distinguir que no debemos tomar las cosas tan en serio, porque no es lo mismo palabras dichas por personas allegadas qué cuando las dicen las  que no lo son. Las emociones son malas o buenas, todo depende de lo que hacemos con ellas y cómo las canalizamos. Los parámetros con los cuales juzgamos son verdaderamente nuestros, no los valores de los demás.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿DIME DE QUE PRESUMES?, Y TE DIRÉ DE QUÉ CARECES…




En esta sociedad actual se hacen esfuerzos muy grandes para que otros valoren lo que somos como personas, dejando de lado nuestra propia personalidad, valores y principios, para llegar a gustar por momentos a alguien que no sabe lo que quiere ni a donde va en la vida.
Exigimos tanto y ¿qué damos a cambio? Queremos un coche de alta gama, una casa lujosa, pertenecer a clubes donde se reúnen la alta sociedad de las ciudades, olvidando que lo importante a cultivar en el ser humano son sus valores.
Principios y valores totalmente perdidos en una sociedad donde solo interesa tener a sus habitantes en un estado de aletargamiento  o totalmente dormidos, para  poder manipularles a su antojo, donde no pienses o tengas poder de discernimiento.
Todos conocemos formas de manipular, desde los chantajes, insultos, mal humor, etc.. Pero hay otro tipo de manipulación muy dañina, la cual es difícil de detectar en un principio, es una trampa en la que se va cayendo poco a poco…
El ser humano busca siempre exhibir lo que considera mejor de sí mismo o de sus posesiones, para esconder sus puntos débiles,  pensando que  por eso rechazado o por lo cual pudiera sentirse devaluado, y esto es porque tiene miedo a no ser tomado en cuenta. El querer aparentar es algo que nos envuelve en un enigma para los otros, más aún cuando los otros han hecho la especialización en la vida.

Tomando en cuenta que detrás de todo esto hay una profundidad de sentimientos que no salen a la luz, por temor a dejar ver lo que en realidad somos. Conceptualizando cada situación vivida y descifrando los procesos que nos han marcado mucho más, probablemente saquemos conclusiones de que todo tiene su razón de ser en el comportamiento del ser humano.
Detrás de esa persona que anda presumiendo, hay necesidades y frustraciones que hacen que tenga una actitud en el comportamiento muy peculiar, para que  los demás piensen o crean que esa  es su personalidad, aunque sea una fachada para soportar los avatares de su vida real; siempre estaremos buscando ese reconocimiento que no nos dieron.
La sinceridad “duele” pero si sabes que las personas que tienes a tu lado o en tu entorno, te quieren tal cual cómo eres, no tienes por qué andar presumiendo. Cada quien que piense y sienta lo que desee, somos libres de hacerlo. Lo que debemos hacer es ser lo suficientemente maduros para lograr un equilibrio y así evolucionar. 
“Sin coraje, las otras virtudes carecen de sentido” Winston Churchill.
Le preguntaron al Dalai Lama qué era lo que más le sorprendía de la humanidad y respondió “ El hombre, porque sacrifica su salud para ganar dinero, y cuando lo consigue sacrifica su dinero para recuperar la salud,  es tan ansioso por el futuro que no disfruta el presente; el resultado es que no vive ni el presente ni el futuro; vive como si nunca fuese a morir, entonces muere sin haber vivido realmente nunca.”