La navidad es sin duda alguna una
de las fechas más importantes para disfrutar en los hogares donde la celebramos. Nadie es indiferente a estas fiestas, máxime aún cuando en los hogares hay niños, son el alma de estas fiestas, ellos son agradecidos y ese gesto de alegría, felicidad, invade todos los
corazones de quienes compartimos a su lado, son nuestros grandes maestros.
Es una época donde nos invita a
hacer una introspección y balance de todo lo realizado, a ser humildes menos egocéntricos, practicando mucho más la gratitud, a compartir, sensibilizarnos,
despertar esos corazones dormidos, a darnos cuenta la responsabilidad que
tenemos cada uno de nosotros como seres, aunque nos inciten al consumismo
porque el sistema nos arrastra a ello,
debemos ser conscientes que esa no es la parte que debemos alimentar, sino el que
valoremos el poder compartir en unión de las personas que amamos.
Aunque sabemos que no todos lo están
pasando bien, son unas fechas para darnos cuenta que debemos valorar más la
familia, el hogar, los hijos, las amistades, la salud, la paz, tranquilidad, la
unión, el amor, el tiempo que compartimos con personas que nos enseñan a vivir
la vida de una manera plena, todas esas cosas que no podemos comprar y que de
verdad importan.
Dios humanizado~Miguel Esquirol Vives
Y yo me preguntaba: ¿Qué querrá
decir eso de que Dios se hizo hombre? Y me pareció que lo más lógico, -pues la
religión debe ser lógica, no en contra de nuestra inteligencia aunque pueda
superarla, pero nunca ir en contra de ella-, que el hacerse hombre era
humanizarse. Sí, me pareció que eso que llamamos Dios, el Misterio de ese
cosmos infinito, el Aliento de futuro, el Ansia de vivir, la Capacidad de amar
por encima de nuestro instinto, el Deseo de perfección, de belleza y de
eternidad. Se hizo primero agua, tierra y barro, luego sol y luna, y también se
hizo planta, se hizo pez y pájaro, es lo que se ha llamado la creación, pues
entonces el espíritu de Dios se zambullía en las aguas, como dice la Biblia. Y
por fin se hizo niño para llegar a ser hombre y ¿Por qué, no niña para hacerse
mujer? Y todo ello es lo que los cristianos llamamos encarnación.
Y eso es la Navidad. Dios de
carne y hueso, lo que nunca nos lo hemos creído del todo y siempre hemos
levantado los ojos al cielo para nombrar a Dios o para hablarle y no los hemos
dirigido a los demás. Sobre todo si son de otra clase u otra raza o diferentes,
ni tampoco lo hemos encontrado dentro de nosotros mismos. Es más fácil y cómodo
tener a Dios fuera y acudir a Él según nuestras necesidades e intereses. Y a eso
es a lo que somos llamados los seres humanos, esa es nuestra vocación, la misma
de Dios, humanizarnos. Pero después de tantos miles o millones de años de estar
el ser humano sobre la tierra, seguimos a tientas acertando y equivocándonos en
el camino de nuestra humanización. Creyendo que acumulando dinero olvidándose
del otro o a costa del otro nos humanizamos. O manipulando al otro o
despreciándolo para sentirme más y venciéndolo hasta saborear su derrota.
Seguimos mirando sólo nuestro lado, nuestro interés y no el del otro para poder
llegar a un acuerdo, preferimos enfrentarnos antes que encontrarnos.
Y ¿cómo se humaniza Dios? Se
humaniza haciéndose el otro, poniéndose en la piel del otro, poniéndose en el
lugar del otro, comprendiendo al otro. Y si nuestra misión en la vida es
humanizarnos para ser felices, ponernos en la piel del otro será el camino para
ser felices. Eso será hacerse hombre o mujer, eso será crecer, pero de verdad,
no sólo por un crecimiento sólo físico o sólo económico o sólo estético, sino
en humanidad completa, Y esta es nuestra misión en el mundo, humanizarlo,
humanizar la naturaleza, las cosas, nuestros trabajos, nuestras familias,
nuestras relaciones, nuestras estructuras sociales, nuestras ciudades, nuestras
vidas. Que nuestras relaciones sean -osificadotas y facilitemos y no estorbemos la humanización de
los otros, sólo así creceremos nosotros y crecerá el país. Y nuestros hijos
crecerán y se humanizarán, estén dentro o fuera de la ventana, si logran
ponerse en el lugar del otro.
Quiero desearles de todo corazón
que pasen una EXCELENTE NAVIDAD, llenos de salud, amor, prosperidad, y mucha
paz interior.
Abrazos energéticos de LUZ Y AMOR.