Todo en esta vida está dentro de un sistema, tiene que haber un equilibrio, porque sino se genera un desajuste.
Nuestro cuerpo está en armonía porque somos un todo.
No hay vida sin que tengamos pérdidas, ya sean materiales, personales, físicas o emocionales.
Aquello que dejamos de tener, lo que no recuperamos jamás, es una pérdida para quienes lo sufren.
Podemos hacer duelos por situaciones que terminan, cosas que se pierden, por personas que desaparecen, que se van o mueren, por ciclos que se cierran, por mascotas, etc.
Dentro de las etapas del duelo tenemos la negación, ira, depresión decir que estamos en un proceso de duelo es mantenerse en negación y pasar por todas las emociones antes dicha para terminar en la aceptación, es todo un proceso, que nos cuesta superarlo pero nos fortalece.
La vida continúa para los que están en ese proceso, sólo que en algunas ocasiones pueden sentirse mal o no tener ganas de hacer nada, solo buscar en su interior la respuesta a todas esas preguntas que llegan a sus pensamientos.
Pasamos por diferentes etapas en la vida, en algunas circunstancias son más difíciles o fuertes que en otras, sin embargo, debemos siempre tener presente que todo pasará y de todo se sale, tarde o temprano llega el día en que pasamos a la siguiente etapa de la vida.
Cuando se está sumergido en el duelo por una pérdida, todo se ve a oscuras, triste, apagado, aunque después de una tormenta viene la calma, que todo esto también pasará.
Estos procesos por los que pasamos aunque no sean fáciles y nos hagan sentir derrotados, debemos pensar que mientras tengamos vida, fe, todo es posible, porque cada etapa vivida nos deja una lección.
Después de tanto dolor se sale más fortalecido, con más energía para seguir adelante en el camino que nos falta por recorrer en esta vida.
Poema: No te rindas
~ Mario Benedetti
No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
no te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
porque lo has querido y porque te quiero
porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos
desplegar las alas
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños
porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.