viernes, 17 de agosto de 2012

Escucha, te habla tu Dios interior

Publicado por CB Ana María

Para reflexionar.



Mulá Nasrudín consulta a su médico:
-¡Doctor, tengo un problema terrible!
-¿Ah, sí? ¿Qué le sucede?
-Mi mujer habla dormida, toda la noche. Ya no sé que hacer.
-Será fácil: tráigame a su mujer para que yo la cure.
-Pero no, doctor. No quiero que usted cure a mi mujer. Quiero que me cure a mí. Cada noche ella dice cosas sublimes, pero yo desgraciadamenyte acabo durmiéndome. Deme un remedio para quedarme despierto la noche entera, escuchándola.
 Este cuento sufí, describe sutilmente la felicidad de dejar de buscar para comenzar a encontrar, aunada a la angustia de dejar pasar, por falta de atención, la oportunidad de recibir al Dios interior.

Fuente: Alejandro Jodorowsky en "Cabaret Místico"

jueves, 16 de agosto de 2012

La ciencia de la belleza

Publicado por CB Ana María


Fuente: Eduard Punset. Programa Redes.


Durante mucho tiempo, predominó la idea de que las expresiones faciales de las emociones eran aprendidas culturalmente.
Nuestra capacidad para apreciar lo bello no depende tanto de los cánones culturales sino de la biología
En las últimas décadas, los científicos han descubierto lo opuesto: la forma de manifestar las emociones es innata e universal. Más recientemente, ha sucedido algo muy parecido con la percepción de la belleza.
Nuestra capacidad para apreciar lo bello no depende tanto de los cánones culturales sino de la biología, según le explica a Eduard Punset Nancy Etcoff, psicóloga del Harvard Medical School.
La belleza es universal y, en definitiva, sirve para publicitar nuestra salud y fertilidad.
Los rasgos bellos son accidentes de la evolución biológica.
Nancy Etcoff

Eduard Punset:
Justamente hoy he visto la maratón de Boston, la maratón popular que, al parecer, fue la primera del mundo. Bueno, creo que se celebró una maratón olímpica un año antes, en mil ochocientos noventa y algo… 96, creo. Sin embargo, ¿sabes?
Lo que me ha dejado fascinado, al mirar a la gente que corría alrededor de Boston, es que había, de entre los 20.000 participantes (o incluso más) bastantes mujeres. Y he pensado: «estoy convencido de que en 1896 no había ninguna mujer corriendo por ahí», ¿no? ¿Han cambiado desde entonces las cosas para las mujeres?
Nancy Etcoff:
¡Los cambios para las mujeres han sido enormes! En su papel en la vida, su función en la educación, su profesión, su poder y visibilidad en el mundo, las actitudes de la sociedad hacia las mujeres… creo que la maratón es tan sólo una pequeña muestra de todo un siglo de cambios para las mujeres.

Belleza y feminismo

Eduard Punset:
Probablemente se pueda decir que, en la actualidad, incluso las feministas, o algunas feministas, han aceptado que el cabello largo y seductor, las caderas y labios prominentes… todo está codificado en nuestro cuerpo en cierto modo, y no se puede evitar, e incluso no se debe evitar.
Nancy Etcoff:
Sí. Creo que algunas feministas establecen una distinción entre la expresión cultural de la belleza (en algunos aspectos concretos) y el deseo innato de las personas de ser guapos, de contemplar la belleza.
Y puede que digan: «no quiero llevar tacones porque, en esta sociedad, simbolizan tal y cual cosa», pero a la vez afirman que quieren unas piernas bonitas o un cabello maravilloso, o que les importa su aspecto físico.
Somos criaturas visuales

Eduard Punset:
Lo que creo es que, en realidad, incluso quienes aceptan todo lo anterior son conscientes de que hay otras cosas que también son muy importantes, como los olores, las voces… ¿qué más? Los gestos, ¿no? O incluso las feromonas, ¿verdad?
Nancy Etcoff:
Sí, aunque creo que somos criaturas visuales. Si pensamos en nuestro cerebro, el 50% del procesamiento superior de la corteza cerebral es visual, así que nos regimos mucho por lo visual.
No obstante, hay muchas otras claves que definen la belleza, el atractivo y la capacidad de gustar, entre las que se incluyen el olor, la manera de andar, las expresiones, el estilo, y otros aspectos sobre uno mismo.
Y, desde luego, nuestra personalidad y preferencias se reflejan en nuestro aspecto tanto como en nuestros pensamientos.

La felicidad y la belleza

Eduard Punset:
Nancy, sé que investigas… bueno, todo el mundo sabe que también investigas el tema de la felicidad.
Nancy Etcoff:
Sí.
Eduard Punset:
Y resulta que yo también he abordado ese problema en el pasado. Me parece sorprendente que la felicidad no tenga una dimensión de belleza, es decir, que la belleza no sea una de las dimensiones (de las dimensiones clásicas) de la felicidad.
Hablábamos del nivel de ingresos, de las relaciones con los demás, de la salud, la educación, la religión… todas ellas se supone que son dimensiones de la felicidad. Pero la belleza no se consideraba una de ellas.
 yo me planteé: «¿Cuál es el verdadero beneficio? ¿Son más felices los guapos? Y, si no lo son, ¿por qué?»

Nancy Etcoff:
Intentamos analizar este asunto, puesto que ha sido ampliamente ignorado. Evidentemente, cuando escribí el libro, busqué todas las publicaciones que pude acerca de la felicidad, que hace diez años recién empezaba a estudiarse, y descubrí que solamente había un par de estudios al respecto.
Leí montones de artículos que describían las ventajas sociales de la belleza: cómo ayuda a conseguir un trabajo, a encontrar pareja, a prosperar en la escuela, en todas las fases de la vida… pero yo me planteé: «¿Cuál es el verdadero beneficio? ¿Son más felices los guapos? Y, si no lo son, ¿por qué?».
Por aquel entonces, no había ninguna conclusión clara aunque, en general, los indicios sugerían que la felicidad no era algo que se pudiera conseguir con la belleza, igual que pasaba con los ingresos.
Las pruebas más recientes apuntan a que quizá los más guapos no solamente sean más felices, sino que tal vez tengan incluso menos probabilidades de padecer depresión, así que quizá la belleza comporte un beneficio en lo que respecta a la felicidad.
Además, no solamente hay que analizar el plus que aporta la belleza, sino también la penalización que conlleva la fealdad. Se ha descubierto que las personas poco atractivas sufren realmente una gran desventaja social y tienen más probabilidades de sufrir una depresión.
¿Son más felices los guapos? Y, si no lo son, ¿por qué?

Eduard Punset:
Es cierto que las personas más atractivas del mundo encuentran trabajo con más facilidad, pero que luego no lo tienen más fácil que los demás a la hora de conseguir un ascenso en el trabajo.
Nancy Etcoff:
Sí. En cierto modo, es como una magnífica carta de recomendación: la buena presencia te abre puertas. Pero lo que pasa después tiene mucho más que ver con las habilidades y lo que uno aporta al trabajo.
De hecho, la belleza puede convertirse incluso en un inconveniente, porque esperarán más de ti. Hay muchísimos estereotipos: los guapos tienen que irradiar confianza en sí mismos y a la vez inspirar confianza, y si te alejas del tópico se te penaliza bastante más.

"El sistema del placer"

Eduard Punset:
Es increíble, ¿no? Al analizar las redes sociales y el papel que desempeña la belleza, hablas de una cosa que denominas «el sistema del placer». Se trata de un sistema muy extraño, a mí, por lo menos, me lo parece… dices que lo primero es el deseo carnal, las ganas de irse a la cama con alguien, muy bien. Pero también está la activación de la dopamina, que te hace sentir…
Nancy Etcoff:
Embelesado.
Eduard Punset:
Embelesado por alguien.
Nancy Etcoff:
Sí, por una persona en concreto.
Eduard Punset:
Pero, a veces, sientes que querrías vivir para siempre con alguien, y eso, según afirmas, es porque entra en juego la oxitocina, ¿verdad?
Nancy Etcoff:
Sí, y el apego.
Eduard Punset:
Pero lo increíble es que explicas muy fácilmente (no sé si es verdad, imagino que sí) explicas muy fácilmente los problemas. Y los problemas surgen porque a veces, en la primera fase, sientes que quieres vivir con alguien para siempre, pero a la vez te gustaría acostarte con otra persona, o te sientes atraído por otra. Y esta mezcla de placeres es lo que desestructura las relaciones sociales y familiares. ¿Es así como lo ves?
Nancy Etcoff:
Los tres sistemas existen, y realmente se pueden observar en el cerebro, ¿sabes? El deseo carnal, el embelesamiento, el apego. ¡Y tienen objetivos biológicos distintos!
Como bien has dicho, el deseo carnal no es más que la atracción sexual hacia alguien, las ganas de procrear; pero también está el embelesamiento con una pareja en la que tal vez te centres y con la que puedas tener hijos, y luego está el apego, que es un vínculo para toda la vida.
En realidad, se pueden sentir los tres a la vez, lo cual puede convertirse en una gran fuente de infelicidad para algunos y demuestra lo complicado que es trasladar el sistema del placer del cerebro a nuestras ideas sobre qué es una vida feliz.
Desde luego, alguien puede estar felizmente casado y, sin embargo, sentirse embelesado por otra persona que acaba de conocer, y puede sentir a la vez deseo sexual por una tercera persona. ¡Ocurre! Y, en parte, ocurre porque nuestro cerebro está configurado para que pueda ocurrir.
Existe una geometría abstracta de la belleza que se basa en la biología

Eduard Punset:
Me gustaría saber tu opinión sobre algo que también has dicho y que fue una novedad en el debate sobre la belleza. Dijiste algo así como que no existe ninguna moda universal. Bueno, salvo por el hecho de que queremos volver visibles algunas zonas concretas, partes eróticas del cuerpo.
Pero, aunque no exista una moda universal, sí que existe una belleza universal. ¿A qué te refieres?
Nancy Etcoff:
Me refiero a que existe una geometría abstracta de la belleza que se basa en la biología, y a que nos gusta ver señales que publiciten nuestra salud y fertilidad, que se expresan en un pelo seductor, una piel suave y sin imperfecciones, la forma de reloj de arena de las mujeres.
Y en los hombres en la zona superior del brazo y la fuerza de la parte superior del cuerpo… y nos resultan atractivos porque aquellos de nuestros antepasados que eran así sobrevivieron y se reprodujeron y nosotros estamos aquí para contarlo.
No hay ninguna cultura que diga, por ejemplo, que la piel con muchas imperfecciones sea especialmente atractiva, o que el cabello débil y endeble sea cautivador; existen señales universales de salud y además respondemos a las diferencias entre hombres y mujeres, que también nos resultan muy atractivas.
Si exageramos lo más diferente en un rostro femenino respecto a un rostro masculino, o en un cuerpo femenino respecto a un cuerpo masculino, también tenderemos a encontrarlo atractivo.
Las mujeres tienen mandíbulas más gráciles, más pequeñas, ojos más grandes, suelen tener la frente más ancha… el rostro de las mujeres difiere en varias cosas respecto al de los hombres y, si se exageran las diferencias, nos parece más bonito.
Si reducimos la cintura de una mujer un poquito más, resultará atractivo. Lo mismo ocurre con los hombres… aunque, en su caso, hasta cierto punto: si un hombre resulta demasiado hipermasculino, las mujeres creerán que tiene un aspecto… ¡jajaja! Un poco neandertal, quizá.

Eduard Punset:
Demasiado.
Nancy Etcoff:
Sí. Mejor no exagerar la masculinidad demasiado.

El lenguaje universal de la belleza

Eduard Punset:
Me recuerda al argumento de un debate que duró mucho tiempo y que creo que Ekman zanjó, en el sentido de que solía decir algo parecido, aunque no acerca de la belleza sino de las emociones, ¿no?
Decía que, al final, hay una manera universal de expresar las emociones. Y es más o menos la misma en todas partes.
Nancy Etcoff:
Sí. Fue mi punto de partida para analizar la belleza. Había estudiado las expresiones faciales, había realizado un estudio con Paul Ekman, y se me ocurrió que se podían plantear preguntas muy parecidas acerca de la belleza.
En cuanto a las expresiones, él afirmaba que puede haber reglas distintas a la hora de mostrar las expresiones en las diferentes culturas (por ejemplo, si hay que reír o no en un contexto determinado).
Del mismo modo, la manera en la que se hace gala de la belleza puede variar… Pero, en el fondo, existe una especie de contexto universal de lo que nos parece bello.
Eduard Punset:
Nancy, ¿qué hay de la antigua pregunta (que han estudiado los neurólogos y también los psicólogos) de si el cerebro tiene o no tiene sexo? ¿Y cuáles son las cosas que contribuyen a eso, si es que hay alguna? Por supuesto, la mayoría de estas diferenciaciones tienen un carácter evolutivo, ¿pero cuáles son?
Es decir, ¿tenemos una idea más clara acerca de las diferencias entre el cerebro de los hombres y el de las mujeres?
Observamos diferencias claras entre el cerebro masculino y femenino en muchas áreas cognitivas y áreas emocionales distintas

Nancy Etcoff:
La idea de las diferencias entre sexos en el cerebro sigue siendo muy controvertida, pero observamos diferencias claras entre el cerebro masculino y femenino en muchas áreas cognitivas y áreas emocionales distintas.
Eso sí, como con cualquier otra diferencia, se producen también solapamientos. Ni mucho menos podemos afirmar que el cerebro masculino y el cerebro femenino sean totalmente distintos; hay mujeres que son más como los hombres, y hombres que son más como las mujeres.
Sin embargo, algunas diferencias están ahí.
Una de ellas es que, al parecer, el cerebro femenino está más predispuesto para la empatía. Eso no significa que los hombres no puedan empatizar también… Y los hombres tal vez sean más propensos a la sistematización, ¿sabes? A tener una teoría sobre cómo deben funcionar y funcionan todas las cosas.
Eduard Punset:
Sin embargo, la empatía (o la mayor propensión a la empatía en el caso de las mujeres) tiene un origen evolutivo.
Me refiero a que realmente se debe a que en las cuevas debían ocuparse de los hijos, y es imposible cuidar a un niño si no puedes empatizar con él o ponerte en su lugar.
Nancy Etcoff:
Exactamente. Está el instinto maternal, pero también la cooperación y las coaliciones que forman las mujeres.
Cuando nos vemos sometidos a estrés, se produce una respuesta de luchar o escapar, una respuesta agresiva o una respuesta que consiste en marcharse.
Sin embargo, en el caso de las mujeres, suele haber un intento de forjar amistades, formar coaliciones, cooperar entre sí… hay distintas estrategias evolutivas que pueden funcionar mejor para las mujeres y para los hombres.

Los secretos de una larga vida.

Publicado por CB Ana María

Fuente: Programa Redes con Eduard Punset

Cuando una célula cancerosa se desarrolla en nuestro organismo o cuando contraemos una enfermedad infecciosa, el sistema inmunitario trabaja para defendernos.
Analizando el estado del sistema inmunitario podemos predecir la longevidad que alcanzará una persona.


La investigadora en bioquímica y fisiología, Mónica de la Fuente, ha descubierto que, analizando el estado del sistema inmunitario podemos predecir la longevidad que alcanzará una persona.
Este análisis puede indicarnos la edad biológica de una persona, que puede variar mucho de la edad que indique su partida de nacimiento.
Según le explica De la Fuente a Punset en este capítulo de Redes, podemos seguir algunos consejos básicos para alcanzar una edad biológica que nos augure muchos años de vida y, sobre todo, con buena salud.

La edad biológica nos dice a qué velocidad una persona está envejeciendo.
Mónica de la Fuente
Eduardo Punset:
En un programa de Redes, un día como hoy, hace años, recuerdo que les expliqué o intenté explicar los hallazgos, los descubrimientos de un grupo de científicos ingleses, médicos la mayoría de ellos, que demostraban hasta qué punto el reconocimiento social que uno merecía, que este reconocimiento social era el mejor predictor de la salud de una persona.
la edad biológica de una persona, que puede variar mucho de la edad que indique su partida de nacimiento

Bueno pues, ahora resulta que todo eso no es cierto. Resulta que el mejor predictor de la salud de una persona es el sistema inmunitario. Y hasta tal punto es esto verdad, este cambio fenomenal, que tres premios Nobel se concedieron en el año 2011 a grandes especialistas del sistema inmunitario.
Y hoy tenemos la suerte de hablar con Mónica, luego hablamos con todo detalle de ella. Lo que me gustaría es anticiparles, bueno, los secretos de la vida.
La primera, el primer secreto que nos están sugiriendo, revelando, los inmunitarios, los especialistas en el sistema inmunitario, es que hay que evitar las drogas, las bebidas prohibidas.
La segunda cosa es que hay que cuidarse de la dieta, la obesidad es una fuente de envilecimiento físico que condena a una vida más corta.
La tercera es el ejercicio físico, no parar de hacer ejercicio, no demasiado pero algo de ejercicio físico. Y por último, bueno, una actitud (de eso va sobre todo el sistema inmunitario) una actitud positiva ante la vida.
podemos seguir algunos consejos básicos para alcanzar una edad biológica que nos augure muchos años de vida y, sobre todo, con buena salud

Es fantástico, Mónica, que te puedas ocupar de algo que no entendemos el resto y que es tremendamente importante, probablemente no hay nada más importante. ¿Cómo lo explicas a tus alumnos la diferencia entre edad cronológica y edad biológica?
Es decir, la que depende realmente del sistema inmunitario y que es algo totalmente distinto y que varía con el tiempo. ¿podemos aclararnos en cuál es la diferencia entre una y otra?
Mónica de la Fuente:
Sí. Como has dicho bien, la edad cronológica es la que marca el reloj, la que marca el calendario.
Todo el mundo piensa "la edad cronológica siempre va hacia delante". En un momento determinado tienes una edad y al rato siguiente tienes otra más, pero no puedes volver atrás.
En cambio la edad biológica sí que puede variar y una persona puede tener en un momento una edad biológica de 60 años y al año siguiente de 30 o de 40.

La edad biológica


La edad biológica lo que te dice es cómo te encuentras y sobre todo lo que te dice es a qué velocidad uno está haciendo el proceso de envejecimiento.
Entonces, lo que le explico a los alumnos es que la edad biológica, que es la edad a la que envejecemos, es como un viaje. Un viaje Madrid – Barcelona, imagínate. Cuando llegamos a Barcelona hemos terminado nuestro proceso vital y morimos.
Puede haber una persona que en un momento de su vida vaya muy deprisa, muy deprisa. Si sigue así va a llegar muy pronto al final, por lo tanto no va a llegar a los 100 años, va a morirse antes. U otra persona que lo hace muy lento, muy lento, va a llegar más tarde.
Claro, y uno en un momento determinado de la vida puede ir muy deprisa pero después puede cambiar y puede ir más despacio. Entonces si tú valoras la edad biológica cuando está yendo muy deprisa, le sale más edad.
La edad biológica sí que puede variar y una persona puede tener en un momento una edad biológica de 60 años y al año siguiente de 30 o de 40.


Pero si toma medidas y se lo valoras después, la efectividad de esas medidas la ves porque ya va más despacio, ¿de acuerdo? Por lo tanto es movible ese número.
Eduardo Punset:
¿Y eso lo podemos medir ahora? ¿Tú me puedes hacer un pinchazo y decirme "tu edad biológica es muchísimo menos que tu edad cronológica", que la que marca el calendario?

Mónica de la Fuente:
Sí, o más. Depende de lo que te salga. Pero sí, sí. A finales del siglo pasado empezaron a hacer pruebas, bueno a mediados del siglo pasado, pruebas para ver qué marcadores fisiológicos y psicológicos podían servir de indicadores de la edad biológica pero no los terminaron de perfilar.
Entonces lo que nosotros hemos hecho es utilizar ese magnífico sistema fisiológico que tenemos, el sistema inmunitario, para poder, a través de cómo está funcionando ese sistema, dar la indicación de la edad biológica.

El sistema inmunitario indica la edad biológica


Eduardo Punset:
O sea que estamos hablando de un sistema, el inmunitario, que nos habían enseñado en la escuela, que lo que servía era para defenderte de ataques virulentos, de virus y de cosas extrañas.
Pero tú ahora me estás sugiriendo, que no nos habíamos fijado suficientemente en la importancia que tiene para alargarte la vida o para acortársela a uno.
Mónica de la Fuente:
Sí. Yo creo que eso es lo más novedoso y lo más excitante de este trabajo.
El sistema inmunitario es un regulador

Porque claro, el que nos defienda de las infecciones que continuamente nos están invadiendo, o de las células cancerosas que continuamente nos están apareciendo en nuestro organismo, es fantástico, y esa es la función típica del sistema inmunitario.
Pero lo que hemos visto es que más relevante que eso o bueno, por lo menos igual de relevante, es que este sistema es un sistema regulador, ¿sabes?
Es decir, los sistemas fisiológicos que se encargan de mantenernos nuestro equilibrio funcional –lo que los fisiólogos llamamos homeostasis– para estar siempre en ese equilibrio (más que mantener el equilibrio es alcanzar, llegar a ese equilibrio) pues ahí hay unos sistemas que tenemos: el sistema nervioso, el sistema endocrino con las hormonas y el sistema inmunitario con todos sus mediadores.
Entonces esos tres sistemas que están comunicándose continuamente desde que el individuo nace, son los que nos permiten mantener ese equilibrio, alcanzar ese equilibrio y por lo tanto, tener salud.
Eduardo Punset:
Mónica, si entiendo bien lo que me estás sugiriendo es que hay una relación muy estrecha entre el sistema inmunitario, éste que antes nos servía para defendernos…
Mónica de la Fuente:
…bueno, ¡y que nos sigue sirviendo!
Eduardo Punset:
…que nos sigue sirviendo, y el sistema nervioso. Y eso ya me interesa mucho. ¿Me puedes decir en qué se nota? ¿Qué facetas del sistema nervioso son importantes para el sistema inmunitario? ¿Si estoy siempre nervioso…? ¿Qué me pasa?
Estar contento mejora también tu sistema inmunitario


Mónica de la Fuente:
Evidentemente, esa comunicación es lo que te permite explicar el porqué cuando una persona está deprimida, está con ansiedad, o tiene digamos, la pérdida de un ser querido, etc., todo eso hace que en esa situación, esa persona, con más facilidad tenga un proceso infeccioso, desarrolle un cáncer.
Es decir, lo que está diciendo es que el sistema inmunitario está más deteriorado. Y a la inversa, cuando una persona es más feliz –de hecho la terapia de la risa se utiliza en muchos hospitales para, digamos, mejorar la respuesta a tratamientos en personas con cáncer o con otro tipo de enfermedades–.
Entonces claro, el estar contento mejora también tu sistema inmunitario. Es decir, todas las emociones positivas van a repercutir en tener un mejor sistema inmunitario que te va a defender mejor y te va a regular mejor y vas a tener mejor salud. Y las negativas al revés.
Mi salud depende realmente de lo que está haciendo, sintiendo, mi sistema nervioso

Eduardo Punset:
O sea que mi salud depende realmente de lo que está haciendo, sintiendo, mi sistema nervioso, en gran parte.
Mónica de la Fuente:
Sí y que repercute en el otro.
Eduardo Punset:
He visto un experimento que has hecho con tu equipo con ratones, los poníais en un sitio un poco inhóspito, complicado para encontrar la salida y había unos ratones que estaban contentísimos de tener más trabajo, y de buscar la salida, y lo que es fabuloso es que vivían más años. O más tiempo.
Y en cambio los que se ponían tristes y desesperados, que no encontraban por donde ir, éstos se morían antes. ¿Es verdad?
Mónica de la Fuente:
Sí, totalmente. Lo que pasa es que más que eso, es el laberinto donde los poníamos, en realidad, era como situar al animal por primera vez en un ambiente nuevo.
Entonces la respuesta a ese ambiente nuevo que genera un estrés, hay individuos que digamos, lo llevan bien, lo asumen bien, y otros individuos, porque tienen unos niveles de ansiedad, son más miedosos, lo llevan mal.
Bueno pues, los animales que tienen más miedo, que tienen más ansiedad, estaban inmuno deprimidos… Tenían más ansiedad, peor respuesta al estrés y siempre se nos morían antes, siempre, aunque tuvieran la misma edad cronológica que los otros.

El estado de ánimo y la salud


Eduardo Punset:
Y me interesaría mucho saber desde el punto de vista inmunológico o inmunitario: ¿Estar enfadado o estar ansioso, es bueno o es malo?
El estrés es necesario

Mónica de la Fuente:
Hombre, depende. Quiero decir que cuando hablamos de estrés, de ansiedad y todo eso es muy ambiguo el tema. Entonces lo que es estrés para una persona no necesariamente es estrés para otra. Entonces lo que sí es claro es que el estrés es necesario.
La vida es un estrés, entonces anular el estrés es morirse ¿entonces lo que es bueno qué es?
Tener pequeños estreses que hacen que tu organismo genere defensas y entonces estás más preparado para vivir, estás más preparado para defenderte de un estrés fuerte.
Por lo tanto no es bueno una vida cómoda y relajada sin tener que enfrentarte a nada, no, eso no es bueno. Es malo, porque no generas las defensas suficientes para poder vivir porque insisto, que la vida es un estrés.
Entonces nosotros hemos hecho experimentos donde pequeños estreses generados en los animales, les hacen tener después un envejecimiento mucho más saludable porque se han adaptado y están mejor preparados.
No es bueno una vida cómoda y relajada sin tener que enfrentarte a nada

Eduardo Punset:
¿Y en todos los animales incluidos nosotros?
Mónica de la Fuente:
Por supuesto, y nosotros igual. Si a una persona nunca la sometes a ninguna situación medianamente estresante ni a nivel emocional ni a nivel físico, no genera esas defensas.
El día que tenga que enfrentarse a algo medianamente estresante se hunde, se hunde emocionalmente.
Eduardo Punset:
Ya oyen lo que está diciendo, sugiriendo Mónica. Si creen o están buscando que la felicidad es estar sentadito, relajado y no hacer nada, bueno están haciendo lo que hace falta para estar mal.
Oye, en tiempos de pesimismo tan exacerbado como los que vivimos ahora, es interesante lo que estas diciendo porque lo que estás sugiriendo es que el poder del humano para cambiar su vida, y hasta alargarla, es inmenso, ¿no?

Los genes dependen del ambiente


Mónica de la Fuente:
Sí, porque cada vez se ve más que los genes, lo que expresen unos genes, va a depender mucho del ambiente.
somos muy responsables de cómo podamos mantener nuestra salud y de cuánto podamos vivir, y qué calidad de vida

Entonces ahí puedes influir desde tu estilo de vida, y por lo tanto, ahora se dice más o menos, ¿sabes? Como media, el 25 por ciento es los genes, el 75 por ciento el ambiente y el estilo de vida.
Por lo tanto somos muy responsables de cómo podamos mantener nuestra salud y de cuánto podamos vivir, y qué calidad de vida, que es más interesante que el número de años es la calidad de esos años. ¿De acuerdo?
Eduardo Punset:
Ahora, vamos a ver, para todo eso supongo que haría falta conocer cuales son en concreto los parámetros del sistema inmunitario.
O sea, cuáles son, si escarbáramos un poco, me dirías, bueno, tú me hablas en alguno de tus escritos de los glóbulos blancos, una clase de…
Mónica de la Fuente:
…los leucocitos, sí.
Eduardo Punset:
Eso. Entonces de alguna manera hay que ver eso. Hay que ser consciente de la proliferación de linfocitos.
Mónica de la Fuente:
Sí, no, es que las células inmunitarias son de muchos tipos, entonces lo que nosotros hicimos fue estudiar distintos tipos de esas células y distintas funciones de esas células, un poco para tener una panorámica general de una serie de funciones que nos dieran una visión de decir "pues está bien el sistema inmunitario".
Hay unas células, las natural killers, que son las que destruyen células tumorales.
Eduardo Punset:
Sí, yo te quería preguntar estas, que son como rarísimas.
Mónica de la Fuente:
Esas células lo que hacen es destruir las células tumorales o infectadas con virus que encuentran en el organismo.
Entonces si tú tienes unas buenas células natural killers vas a estar mejor defendido frente a tumores… ¿entiendes?, a infecciones víricas.
Entonces todas esas y los fagocitos que, la inmunidad innata de los fagocitos es fantástica, los que comen los microorganismos.
Entonces todas esas células las valoramos en una serie de funciones y vemos cuáles son los valores normales de un individuo joven, de un individuo más mayor, etc., y cuando un individuo como los centenarios que antes hemos hablado, tienen todas esas funciones con valores de persona de 30, te demuestra que han llegado a centenarios porque han mantenido esas funciones a nivel de los 30 años, a nivel del adulto.
Eduardo Punset:
Oye Mónica, yo veo a gente que está preocupada porque me dicen ellos hay un aumento, un aumento acusado de lo que llaman o llamáis las enfermedades autoinmunes y hacéis referencia a la esclerosis, por ejemplo, como una de estas enfermedades típicas, la diabetes 1, la enfermedad de Crohn y otras.
Bueno, entonces al parecer estas enfermedades no se producían en la misma cantidad antes. Y ahora hay científicos que dicen "cuidado, esto es una gran amenaza", que tenemos que… primero, ¿es verdad eso? Y segundo… es verdad. Y segundo ¿qué hay que hacer frente a estas…?
la mayoría de las enfermedades que hay ahora, en mayor abundancia, son todas enfermedades que tienen una base inflamatoria

Mónica de la Fuente:
Sí, si te das cuenta, la mayoría de las enfermedades que hay ahora, en mayor abundancia, son todas enfermedades que tienen una base inflamatoria.
Entonces ¿qué es lo que te está demostrando? Date cuenta que nuestro sistema inmunitario cuando está funcionando, el resultado final es una inflamación para destruir lo extraño.
Esa inflamación es buena. Pero si esa inflamación no se controla acaba dando una enfermedad.
Entonces un sistema inmunitario bien controlado hace su función y ya está.
Si no está bien controlado, mantiene la inflamación.
Es decir, no solo las enfermedades que terminamos en "itis", la bronquitis, la artritis, que son típicamente inflamatorias, todas la enfermedades tienen una base inflamatoria.
Y por eso un sistema inmunitario mal regulado va a aumentar, digamos, el envejecimiento y esta posibilidad de patologías, es porque el sistema inmunitario produce inflamación y oxidación para trabajar, y la base del envejecimiento es la oxidación y la inflamación.
Entonces si tú tienes un sistema inmunitario no bien regulado ¿qué es lo que estás haciendo? Estás aumentando el nivel de oxidación e inflamación de tu organismo, estás envejeciendo más de prisa y teniendo más posibilidades de tener enfermedades de ese tipo.
Entonces todo eso es como si fuera un envejecimiento prematuro.
un sistema inmunitario mal regulado va a aumentar, digamos, el envejecimiento

Eduardo Punset:
Increíble, ¿no? ¿Y habéis hecho otro experimento con las personas centenarias en Madrid, son unos 200 o así?

Mónica de la Fuente:
Sí, en aquel momento eran.
Eduardo Punset:
En aquel momento eran. Y también habéis descubierto cosas rarísimas, ¿no? Que algunos de estos centenarios estaban muchísimo… ¿tenían una edad biológica más larga o más corta?
Mónica de la Fuente:
Como de 30 años. A nivel inmunológico.
Eduardo Punset:
¿Qué hicisteis exactamente para ver eso?

El sistema inmunitario en las personas centenarias


Mónica de la Fuente:
No, en realidad el estudio en centenarios, en personas centenarias, que lo hicimos también en paralelo en ratones longevos y que salió lo mismo, es decir los individuos que llegan a gran longevidad son aquellos que consiguen mantener un sistema inmunitario joven, por decirlo así.
Porque los que no consiguen mantener ese sistema inmunitario joven mueren antes, mueren en, digamos, su vejez.
Los individuos que llegan a gran longevidad son aquellos que consiguen mantener un sistema inmunitario joven

Eduardo Punset:
Tú notas desde tu laboratorio la necesidad de disponer de muchos más –los llamáis me parece– biomarcadores.
O sea de señales de alerta de que aquello no funciona, y me mencionaste antes la capacidad respiratoria, por ejemplo, y seguro que hay otras.
Pero ¿son endebles? ¿Es algo… te gustaría tener más? ¿Estáis investigando?
Mónica de la Fuente:
Sí. Claro que nos gustaría tener más, y la ventaja de lo que te comentaba con el sistema inmunitario es que hemos conseguido estandarizar y demostrar que sí que son buenos marcadores de la edad biológica.
¿Sabes por qué? Porque individuos (lo hemos hecho tanto en humanos como en ratones ¿vale?) que tienen esos parámetros como si fueran más viejos, siempre se mueren antes.
Y los centenarios y los longevos tienen esos marcadores mejor. Es decir que la ventaja de esos marcadores inmunológicos o inmunitarios es que ya los tenemos estandarizados y seguimos profundizando en ello.
Eduardo Punset:
Oye Mónica, me quedo con vuestra grandísima contribución a este sentimiento de la gente de que realmente pueden controlar mejor su vida de lo que ellos…
Los que no consiguen mantener ese sistema inmunitario joven mueren antes, mueren en, digamos, su vejez

Mónica de la Fuente:
…sí, su proceso de envejecimiento.
Eduardo Punset:
Exacto.
Mónica de la Fuente:Que no olvidemos que es la mayor parte de nuestra vida, porque empezamos a envejecer a los 18, más menos, y hasta los 82 o 100 años, los que vivamos, nos pasamos la mayoría de nuestra vida envejeciendo, o sea que hay que hacerlo lo más despacio posible para llegar lo más lejos posible.
Y lo que hay que procurar es llegar a esos 82 o a esos 100 o 120 pero con buena calidad de vida, y eso es en lo que se está estudiando fundamentalmente, cosas que podamos hacer para mantener una buena salud, una buena calidad de vida, y ahí está el sistema inmunitario que si lo controlamos bien sirve de dos cosas, fíjate: sirve por una parte de marcador, de si eso lo estamos haciendo bien; y por otra parte es "mantenlo bien e incidirá de forma muy positiva en que ese proceso lo hagas despacito y lo mejor posible".

viernes, 10 de agosto de 2012

Cómo reacciona nuestro organismo en un momento apasionado.

Publicado por CB Ana María


El beso apasionado dura aproximadamente un minuto. Tiempo suficiente para que en el cuerpo estalle una revolución. Así, por diversos mecanismos fisiológicos tanto en el hombre, como en la mujer, hay órganos que trabajan más, se liberan hormonas y se acelera el ritmo cardíaco, todo en silencio.

Al besar se contraen como mínimo 29 músculos de la zona de la boca y la cara como son, cigomático, el cual también permite sonreír, orbicular que rodea el orificio bucal, buccinador que regula el movimiento de succión y es la primera reacción al primer contacto. Mientras que la lengua actúa tras babalinas, transmite sensaciones a la corteza cerebral a través de sus terminaciones nerviosas, además estimula la secreción de saliva de las glándulas submaxilar y suiblingeral, sensaciones que se intensifican a cada segundo.

Este contacto físico llamado beso tiene como protagonista a las feromonas que son sustancias químicas liberadas por glándulas distribuidas por toda la piel y transmiten sensaciones de atracción, excitación y rechazo, la feromonas humanas tienen un alcance de pocos milímetros, es por eso que sólo durante el beso es posible que la otra persona las perciba. En el momento del contacto labial comienza un proceso de liberación, de factores estimulantes que desencadena una mayor producción hormonal.

Todo ocurre en medio de una quietud exterior mientras que dentro de los cuerpos de las parejas el movimiento es intenso y sólo es palpable cuando todo provoca que el corazón se acelere a un ritmo cardiaco de 50 a 150 latidos por minuto momento en que los enamorados logran sentir los fuertes latidos al estar muy juntos.

Qué pasa con las hormonas:

En el momento del contacto labial comienza un proceso de liberación de factores estimulantes. Estos van desencadenando una mayor produccción hormonal.

miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Tienes Miedo? Parte II

Publicado por CB Ana María




ORÍGENES
Los fundamentos del temor son muy antiguos, unos se crean en el momento mismo del nacimiento del alma, otros a causa de las heridas (Rechazo, Abandono, Humillación, Traición e Injusticia), y también como consecuencia de otros factores como:
TRASMISIÓN TRANS-GENERACIONAL
Estos son los miedos “aprendidos” de nuestros padres o grupo familiar, siempre recuerdo a Maríta, (nombre ficticio) mi mejor amiga de pequeña, su mama Belinda (nombre ficticio) era muy conversadora y pasaba mucho tiempo “instruyéndonos”  en realidad lo que hacia era meternos miedo todo el tiempo, que si los ladrones, los hombres,  los accidentes de transito, la virginidad hasta el matrimonio (creo que este era su tema preferido), etc
Afortunadamente, desde mis mas tempranos años, siempre tuve cierto espíritu critico y discernimiento, y los cuentos de Belinda  los tomé como lo que eran “cuentos”, en cambio su hija Marita los tomó al pie de la letra, hoy en dia la veo de vez en cuando, menos y menos en realidad, porque su miedo a la vida me aburre profundamente.
Pienso que Marita seria hoy en dia completamente diferente, si Belinda en vez de haberle hablado de virginidades robadas, le hubiese inculcado la confianza en la Vida.
Si estas dentro de esta categoría de personas, te sugiero, que antes de ser Padre, trabajes tus miedos para no trasmitirlos a tus hijos.
EXPERIENCIAS DEL PASADO: Persona que vive una experiencia desagradable y hace de un caso, una generalidad.
Marco tena 18 años cuando sufrió su primera decepción amorosa, sintió tanto dolor que desde entonces desconfía de las mujeres, tiene miedo al compromiso, ya que puede enamorarse y vivir otro desencanto, a sus 47 años aun está soltero, ha tenido muchas mujeres, pero no se ha involucrado emocionalmente con ninguna.
Es importante, tomes conciencia de que el pasado no es igual al presente y mucho menos al futuro, si te ocurrió algo en el pasado, nada te asegura, de que volverás a vivir lo mismo, ni ahora ni después.
CREENCIAS: Cuando vivía en Venezuela cada vez que llovía y me mojaba, me enfermaba, le tenia miedo a la lluvia, porque para mi era una fuente de malestar, tenia muy clara la creencia lluvia=resfriado, cuando me vine  a vivir a Francia, país donde llueve enormemente, tuve que cambiar mis creencias, con mucha frecuencia llueve y me mojó, ya no le tengo miedo a la lluvia.
Mi mamá quien aun tiene la misma formula mental, lluvia=resfrió, se quedó completamente atónita, el dia en el cual, nos cayo un palo de agua, a ambas y a mi hijo Tobias, en ese entonces con 1 mes de nacido. Trato por todos los medios de proteger al bebe, pero llovía tanto, que terminados empapados, solo ella se enfermó.
COSTUMBRES:
Vienen de nuestra familia, cultura, religión, país…  El problema de estos miedos es que vivimos con ellos, porque la mayoría los tienen, y nos parecen normales, ni siquiera los cuestionamos, Ej, El miedo a la libertad y a la Vida en ciertas religiones, que derivan en situaciones como el velo en las mujeres, matrimonios arreglados, incisión del clítoris en las niñas…
DESARMONÍA EN NUESTRO SISTEMA DE GUÍA EMOCIONAL:
Me gusta la frase  “nuestras emociones son mensajes del alma”, y es cierto, esto es así en tiempos normales, pero como estamos infectados con el virus del miedo, cuando lo sentimos, éste no siempre representa un mensaje interno, sino con mucha frecuencia, es nuestra manera habitual de reaccionar a una situación determinada, Ej Cada vez que ves un perro tienes miedo, porque una vez te mordió uno.
Una sistema tan sofisticado como el Sistema de Guía Emocional puede estar parasitado por nuestro pasado no resuelto y las emociones que sentimos terminan siendo simples reacciones de miedo.
El miedo, no siempre es negativo, solo lo es cuando nos identificamos con el y permitimos que nos maneje…

Fuente: Ana Sandrea