viernes, 8 de abril de 2016

ABRIENDO LAS PUERTAS A LAS OPORTUNIDADES







Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad. (Erich Fromm)
En algún momento de la vida, nos damos cuenta de lo que se quiere y necesita para avanzar en el  proceso de aprendizaje y crecimiento.
A partir de allí se recorre el camino para encontrar lo necesario en la formación,  porque las cosas no suceden por casualidad, así que hay que trabajar con esfuerzo y dedicación para poner todo en movimiento.
Todo sucede de una manera tan vertiginosa, que es importante  tomar una decisión para realizar los cambios necesarios y, avanzar en post de lo que se desea y quiere lograr.
En el aprendizaje debemos hacer un trabajo profundo de recuerdos, ideas, estudios de todo lo antes vivido, para aprovechar lo que sabemos y descartar lo que no necesitamos.
Aprende a contactar con tu silencio interior y entérate de que todo el mundo tiene un motivo. No hay errores ni coincidencias. Todos los acontecimientos son bendiciones para que aprendamos. (Elisabeth Kübler-Ross).
La puerta de la oportunidad se abre girando la bisagra de la oposición…Autor desconocido
¿Sabe quién gana al final?
Gana quien todas las mañanas se levanta para hacer frente a la vida a pesar de los problemas, quien cree en los sueños, quien sabe llevar de la mano su vida dándole sentido.
Entre más sabiduría acumules y más consciente te vuelvas más “loco” le parecerás a los demás.
Hay tres cosas en la vida que no regresan jamás y son: las palabras, el tiempo, y las oportunidades.

Todo está relacionado con el todo, es una clave para darnos cuenta que todo se está generando gracias a las peticiones que en algún momento hemos llegado a hacer, así que nuestra vida es un reflejo de lo que somos.



miércoles, 6 de abril de 2016

APRENDIENDO A APRENDER.



En el mismo momento de nacer ya estamos aprendiendo. Aprender es un proceso innato y consustancial para mantener la vida. Es imprescindible para que la especie sobreviva. Es la necesidad más vieja del mundo: como comer, beber o reproducirse. Cualquier individuo biológico que no pudiera aprender, o que aprendiera mal, perecería pronto, como perecería quien no comiera ni bebiera. La vida no sería viable sin el aprendizaje.
Durante muchísimos años nos han recalcado que debemos estudiar, aprender, sin conformarnos con lo que sabemos, tenemos que seguir cada día en este mundo competitivo…pero acaso en ¿algún momento se han dado a la tarea de ayudarnos cuando los necesitamos? Desde niños están en esa constante lucha con nosotros, pero nadie nos explica, orienta o sugiere como podemos llegar a ser mejores personas sin desperdiciar todo lo aprendido.
Todos nos merecemos vivir en paz. Por eso nunca nos debemos sentir mal cuando decimos que no a algo o alguien solo por un compromiso, porque lo importante en todo momento es nuestra paz interior.
Siempre debemos ser agradecidos con las personas que nos dan la oportunidad de crecer y aprender de acuerdo a nuestras necesidades y requerimientos.
“No mires hacia delante, no mires hacia atrás, mira hacia adentro” ~Alejandro Jodorowsky.  

En la actualidad se ha demostrado científicamente que la adquisición de conocimientos, ya sean en las aulas o en la vida, no se consigue al memorizar, ni al repetir una y otra vez, sino al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarnos. La emoción, los sentimientos, sus mecanismos cerebrales y su expresión en la conducta son el pilar esencial que los profesionales de la educación deben conocer para construir las bases sólidas de la enseñanza.



martes, 5 de abril de 2016

ESCUCHAR NUESTRA VOZ INTERIOR



Revisando en internet he leído este cuento y es muy bueno para reflexionar: ¿Cómo está el autoestima?, ¿Somos consciente de quiénes somos?, ¿Cuál es nuestra misión en la vida? ¿Qué talentos y dones tenemos?
Qué excelente poder revisar cada una de las preguntas anteriores para buscar en nuestro interior y hacer un listado de todas las cosas que tenemos y no sabemos dónde implementarlas. Cuando somos conscientes abrimos un cúmulo de posibilidades para destacar en otros ámbitos, que no creíamos que podían ser.
Si vamos a revisar en nuestro interior vemos que es lo que en realidad cuál es nuestra verdadera esencia y abrirnos a otras oportunidades para lograr estar… “De bien a excelente.”



Cuento: El árbol que no sabía quien era.

Había una vez en un lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un jardín esplendoroso con árboles de todo tipo: manzanos, perales, naranjos, grandes rosales,... Todo era alegría en el jardín y todos estaban muy satisfechos y felices. Excepto un árbol que se sentía profundamente triste. Tenía un problema: no daba frutos.
-No sé quién soy... -se lamentaba-.
-Te falta concentración... -le decía el manzano- Si realmente lo intentas podrás dar unas manzanas buenísimas... ¿Ves qué fácil es? Mira mis ramas...
-No le escuches. -exigía el rosal- Es más fácil dar rosas. ¡¡Mira qué bonitas son!!
Desesperado, el árbol intentaba todo lo que le sugerían. Pero como no conseguía ser como los demás, cada vez se sentía más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín un búho, la más sabia de las aves. Al ver la desesperación del árbol exclamó:
-No te preocupes. Tu problema no es tan grave... Tu problema es el mismo que el de muchísimos seres sobre la Tierra. No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo. Conócete a ti mismo tal como eres. Para conseguir esto, escucha tu voz interior...
¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?... -se preguntaba el árbol angustiado y desesperado-. Después de un tiempo de desconcierto y confusión se puso a meditar sobre estos conceptos.
Finalmente un día llego a comprender. Cerró los ojos y los oídos, abrió el corazón, y pudo escuchar su voz interior susurrándole:
"Tú nunca en la vida darás manzanas porque no eres un manzano. Tampoco florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Tú eres un roble. Tu destino es crecer grande y majestuoso, dar nido a las aves, sombra a los viajeros, y belleza al paisaje. Esto es quien eres. ¡Sé quien eres!, ¡sé quien eres!..."
Poco a poco el árbol se fue sintiendo cada vez más fuerte y seguro de sí mismo. Se dispuso a ser lo que en el fondo era. Pronto ocupó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Solo entonces el jardín fue completamente feliz. Cada cual celebrándose a sí mismo.



jueves, 4 de febrero de 2016

RECONOZCO QUE TENIAS RAZÓN.

No entendía lo que veías y querías decirme…  ¡es muy duro!,  aunque no sé  si por educación, principios, o respeto no terminas de aclarar lo que debía entender.
Siempre has tenido la razón, tienes un don natural para ver las cosas que otros no ven, tienes un talento increíble, sólo lo reconocemos cuando se realizan las cosas que por intuición nos has dicho. Hablas constantemente nos haces  sugerencias que no valoramos  porque en el momento no lo entendemos,  pero… qué difícil es reconocer  que tantas veces  has dicho y repetido de manera reiterada  lo que debemos  hacer para mejorar, sin embargo no  prestar atención nos trae inconvenientes, o situaciones incómodas.
Esa sabiduría que llevas con tanta humildad que no reconoces tener, en numerosas oportunidades aclara a tantas personas lo que no creen que puedan suceder, acercarte al otro, que no hace más que establecer lazos de unión con las personas que quieres y que te importan.
Hablar es una necesidad, escuchar es un arte (Goethe)
Las personas que saben escuchar a otros, los acompañan en su viaje por la vida.
El escritor y orador J. Krishnamurti afirmaba “Escuchar es un acto de silencio”. Mientras no callemos nuestro dialogo interno y prestemos atención a nuestro interlocutor, no aprenderemos a escuchar. Solo una actitud de escucha atenta hace fecunda la palabra que podemos dar a nuestro interlocutor. Es difícil poder decir al otro algo que resulte válido si no abrimos de par en par nuestros oídos para escucharlo. Así la persona escuchada sentirá que le están dando la importancia que merece, quedando agradecida y creándose a su vez un clima de respeto, estima y confianza.
Muchas veces, las personas que están atravesando un momento difícil en su vida, sólo necesitan que alguien las escuche. Necesitan hablar para desahogarse, para descargar su ansiedad, su angustia. Cuando escuchamos, estamos ayudando a la otra persona a poner en palabras lo que le ocurre, a dar nombre a su malestar. Al sentirse escuchada, la persona puede intentar organizar sus pensamientos y avanzar y empezar a comprender su dolor. Tenemos dos oídos para oír y una boca para hablar, es indispensable para nuestra comunicación, sin embargo hablamos dos o tres veces más de lo que somos capaces de oír. No debes poner barreras a la información que recibes, no limites tus oídos y abuses de tu boca, sino más bien al contrario... llénate de información y no des tanta. Tu naturaleza te dice que aproveches lo que entra en tu cuerpo, lo que recibes, lo que escuchas y lo que oyes, porque es necesario y a la larga tu felicidad, aunque creas que no es para tanto, será dependiente de estas cosas que parecen tan insignificantes.
Si todos aprendiéramos a escuchar un poco más y a hablar un poco menos, todos seríamos un poco más felices y nuestra vida estaría más equilibrada, los problemas tenderían por naturaleza a solucionarse de una manera más directa y efectiva y en general la felicidad estaría más a nuestro alcance.

El saber escuchar se ha convertido hoy en día en una virtud que pocas personas tienen. Aprende a oír a los demás, a escuchar a tu entorno y a recibir todo lo que está a tu alrededor. Lo que entra en tu mente y en tu cuerpo te será de más utilidad que aquello que sale de él.


viernes, 22 de enero de 2016

ALEGRA TU VIDA.




  
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.


Sabemos  que “en cuerpo sano, mente sana.”, pero, para que esos dos esos: cuerpo-mente se mantengan sanos, se necesita un buen estado de ánimo.
El amor, alegría, positividad, proactividad y fe, hacen la fórmula más efectiva para prevenir las enfermedades; y como cóctel es el mejor para celebrar la buena vida que todos merecemos.
Las cualidades y emociones positivas del ser humano, incide en la salud integral del individuo,  las personas felices, por lo general son sanas física y mentalmente.
Seres humanos llenos de inquietud y curiosidad nunca satisfecha, acumulan estrés en su vida diaria, llevándolos a una magnificación de la preocupación, que resta efectividad a lo único realmente importante: ocuparse de encontrar la mejor forma de resolver el asunto.
La risa y el buen humor, unidos al sentimiento de compartir, producen el buen estado de ánimo, cuyos efectos positivos se hacen patentes al observar el cambio inmediato de actitud y progreso en la curación de una persona enferma, cuando es constantemente animada.

SALUD Y ESTADO DE ANIMO
Mario Benedetti.