martes, 19 de marzo de 2013

NUEVAS FORMAS DE PENSAR







Nos hallamos ante un período de grandes cambios para todos.
No podemos continuar viviendo como hemos vivido hasta ahora y esperar al mismo tiempo
que mejoren nuestras vidas.
Se  precisan nuevas formas de pensar, nuevas ideas y nuevas maneras de hacer las cosas.
Incluso la manera de diseñar nuestras viviendas no tiene en cuenta a las personas y su
necesidad de contacto. Pienso que necesitamos otro tipo de arquitectura y una forma
diferente de vivir. Las residencias y las poblaciones para jubilados, con todas sus
normas y reglamentos, aíslan de la vida a las personas mayores. ¿Dónde están los
hijos y los nietos? ¿Donde está la alegría y la risa? Necesitamos más vida en
comunidad. Necesitamos más casas con dos espacios separados, para que dos familias
emparentadas vivan separadas pero próximas. También nos vendrían bien las casas de
cuatro apartamentos, ocupada la planta superior por dos familias que al mismo tiempo
alquilan los dos apartamentos de abajo para obtener ingresos. Eso serviría para unir a
los mayores con los más pequeños. Los niños mantendrían jóvenes a los ancianos y
éstos aportarían sabiduría y sentido a las vidas de sus nietos. Sería beneficioso para la
sociedad retroceder a la antigua vida familiar en que varias generaciones vivían juntas
o próximas.

La jovencita que no se sienta a gusto consigo misma buscará algún motivo para odiar
su cuerpo, en la creencia de que ahí precisamente está el defecto. Dada la intensa
presión que ejerce sobre nosotras el mundo de la publicidad, todas solemos creer que
hay algo mal en nuestro cuerpo. Ay, si pudiera ser delgada, rubia, alta, si tuviera la
nariz más grande, o más pequeña, si mi sonrisa fuera más deslumbranet..., y sigue la
lista. Partiendo de estos principios, es evidente que si bien todas hemos sido jóvenes
en algún momento, pocas hemos estado alguna vez a la altura de los cánones de
belleza.

A medida que nos hacemos mayores continuamos llevando dentro esos complejos de
inferioridad. Encontramos muchas maneras, como dice Doreen Virtue, «de comparar
nuestro interior con el exterior de ellas», es decir, comparamos el cómo nos sentimos
por dentro con cómo se ven exteriormente otras personas. Esos sentimientos
interiorizados de valer muy poco jamás se curarán con la ropa de moda, el maquillaje
ni otras cosas superficiales. Lo que nos va a permitir hacer cambios permanentes será
trabajar con afirmaciones para darles la vuelta a nuestros pensamientos negativos,
conscientes e inconscientes, y convertirlos en afirmaciones amorosas como: «Soy
hermosa y me gusto tal como soy».

Es esencial para nuestro bienestar amarnos y apreciarnos constantemente. Si hay
alguna parte de tu cuerpo con la que no te sientes a gusto, dedícate durante un mes a
poner continuamente amor en esa zona. Dile a tu cuerpo que lo quieres. Incluso
podrías pedirle disculpas por haberlo odiado en el pasado. Este ejercicio puede parecer
muy simplista, pero funciona. Amar nuestro cuerpo es importante en cualquier fase de
la vida, y es esencial cuando nos hacemos mayores.

En su inspiradora cassete Lighten Up,Carol Hansen les pide a las mujeres que dediquen
cinco minutos al día a darse un masaje corporal con una loción, expresándole el amor
a cada parte y agradeciéndole el servicio que nos hace. El doctor Deepak Chopra
(autor de Ageless Body, Timeless Mind) recomienda darse un masaje de la cabeza a los
pies con aceite de sésamo antes de ducharse. Cualquier persona, lugar o cosa que se
ama va a responder dando lo mejor de sí misma. El amor que nos damos nosotras
mismas permanecerá en nuestro interior durante el resto de la vida. De la misma
manera que aprendimos a odiarnos, podemos también aprender a amarnos. Lo único
que se precisa es una buena disposición y un poquitín de práctica.

A veces, para producir nuevos pensamientos y nuevas ideas primero necesitamos
limpiar la mente de todos los viejos pensamientos negativos, de la misma manera que
en ocasiones limpiamos nuestra vida de toda la basura acumulada. Muchas personas
mayores tienen una actitud de «escasez»: acaparan y acumulan cosas que ya no
necesitan. Si tienes cosas en tu casa que ya no te sirven, sácalas y regálalas a personas
que no tiene nada o a quien realmente las necesite. Limpia tu vida y regálate un
nuevo principio, lejos de la vieja basura y los recuerdos del pasado. Trasládate a la
vida.

Fuente: El mundo te está esperando.
Autora: Hay-Louise.

Publicado por CB Ana María

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