Lección bien aprendida, tarde o
nunca se olvida.
Sé que para muchos sonará
extraño y un poco romanticón, pero leyendo un poco donde hablaban del amor se
busca o se encuentra; me doy cuenta de
todo el aprendizaje que adquirimos en nuestro diario caminar.
El amor no se
mendiga, se regala, porque
si uno tiene que mendigar algo, eso seguramente no puede ser amor.
Cuando surge el amor, hay entrega por completo, no hay egoísmo, envidias, celos, rabia, aceptamos a la otra persona sin querer cambiarla.
El amor llega, tarde o temprano
pero llega. Sí, tal vez más tarde que temprano, pero mientras tanto disfruten la vida, que cuando esto le llegue ya tendrá mucho campo de acción para poder hacer lo que hoy está haciendo.
Las personas vienen y van y
cada una va dejando un aprendizaje.
No obligues a nadie a quererte,
el amor debe ser libre para ser verdadero.
No se trata de encontrar a la
persona ideal sino de una habilidad que hay que adquirir, para poder ver que lo que él otro nos ofrece.
Cuando descubrimos nuestra
naturaleza esencial y sabemos quién somos realmente, ese solo conocimiento encierra
la capacidad de convertir en realidad todos nuestros sueños, porque somos la
posibilidad eterna, el potencial inconmensurable de todo lo que fue, es y será.
Ya no espero nada de nadie,
espero todo de mi.
Es necesario aprender lo que
necesitamos y no únicamente lo que
queremos.
El amor es la fuerza creativa
del universo. Es tan importante para la vida, como el oxígeno lo es para poder
respirar. Cuando el amor está presente en nuestras vidas nos sentimos más
felices, más optimistas y satisfechos. Sin amor en nuestras vidas, nos volvemos
gruñones, cínicos, resentidos y críticos con nosotros mismos y con otros. Es
evidente que el amor saca la grandeza
que existe en nosotros.
Así que abre tu corazón y da
amor. Ama a la gente, ama experiencias y amate a ti mismo.
Los seres humanos, somos un
pequeño organismo, que transporta en si información: tanto información
genética; como información en nuestra memoria, de los detalles que nos ocurren
en el día a día. Y lo primero, la genética no cambia; pero la información que
transportamos en nuestro cerebro, cambia con respecto a la cultura en la que
estamos…
Fuente: Deepak
Foto: EC.
Fuente: Deepak
Foto: EC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dudas, información, consultas. Todo comentario fuera de lugar no será publicado.