jueves, 7 de enero de 2016

ENERGIA DEL AMOR.


Una de las energías más hermosas que emanamos, es la energía del amor. Nos queremos mucho, disfrutamos a plenitud cada momento de nuestra vida, hablamos con sutileza, todo es un ambiente de felicidad.
“La belleza está en los ojos de quién la ve” una frase muy hermosa para discernirla cada uno de nosotros.
Los compuestos químicos y las hormonas que genera el amor. El amor libera dopamina, serotonina y oxitocina, por eso que cuando nos enamoramos nos sentimos excitados, llenos de energía y nuestra percepción de la vida es magnífica. Pero los neuroquímicos del enamoramiento vienen a chorros y al cabo del tiempo, al igual que pasa cuando alguien consume drogas durante un período largo de tiempo, llega la tolerancia o lo que comúnmente se conoce como habituación.  El amor promueve la reproducción, lo que provoca una gran cantidad de sustancias químicas que producen felicidad. El sexo es sólo un aspecto de la conducta reproductiva. El amor motiva a recorrer el mundo con tal de estar a solas con esa persona especial. Por supuesto, que la razón está por encima de esas banalidades biológicas pero los neuroquímicos de la felicidad, hacen que sienta tan bien estar enamorado, que el cerebro busca la manera de conseguir más. Los neuroquímicos hacer su trabajo sin palabras, y nosotros buscamos palabras para explicar la locura de nuestras motivaciones. A veces es más simple engañarse o manipular que intentar entenderlo.
Fragmento de la entrevista de Eduard Punset a la Dra. Helen Fisher en el Magazine de El Mundo.

“Los hombres se enamoran más deprisa que las mujeres y ello tiene una explicación evolutiva”, dice Fisher a Punset. Helen Fisher es investigadora del Departamento de Antropología de la Universidad de Rutgers, EE.UU. Ha conducido un extenso estudio sobre la evolución, la expresión y la ciencia del amor. Es autora de varios libros como ¿Por qué amamos? que describe cada aspecto de la experiencia de enamorarse desde un punto de vista científico. Eduard Punset: ¿Por qué nos gusta una persona en concreto entre todas las demás? Helen Fisher: Es una pregunta muy difícil. Nadie sabe la respuesta. Sabemos que interviene un componente cultural muy importante. El momento también es muy importante: hay que estar dispuesto a enamorarse. La gente tiende a enamorarse de alguien que tiene alrededor, próxima; nos enamoramos de personas que resultan misteriosas, que no se conocen bien. En el caso de las mujeres, el enamoramiento se asocia con una mayor actividad con áreas cerebrales relacionadas con la capacidad de rememorar.
A la mujer enamórala todos los días, no cada vez que la vas a perder… Aquí les dejo un cuento para reflexionar...

La Princesa y el Sapo: Había una vez una princesa que era muy pero muy soñadora. Siempre estaba en las nubes. Y nadie la bajaba de ahí, y algunas veces hablaba sola y otras veces pensaba que capaz que algún día sus sueños se harían realidad. Pero no siempre los sueños se hacen realidad, un día le pasó lo más extraño se encontró con un sapo que hablaba. -¡No te acerques!- Le dijo ella y el le dijo - ¡No te asustes, no voy a hacerte nada! Solo soy un sapo que habla- ¿Qué quieres?, dijo ella. Y el le dijo -Quiero un beso tuyo para volver a ser humano. -¡No, que asco no puedo besar a un sapo!-dijo ella. ¿Por qué? Si en realidad yo soy un príncipe, dice el sapo. -No, no te creo. Cómo un sapo como vos va a ser un príncipe. -¿Qué no crees en la magia?-dijo el sapo. Sí, dijo ella. Y el dijo - entonces bésame - Y ella dijo - está bien - y lo besó. En ese momento algo pasó, el feo sapo se convirtió en un apuesto príncipe. Y ella dijo -¡Entonces era verdad! Muy pronto se casaron y vivieron felices por siempre...

Autora - Melani Lescano.

Fuente: Eduard Punset
Redes para la ciencia.


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