En este mundo tan convulso en el
que vivimos hoy en día, que si por un lado se sufren catástrofes climáticas,
huracanes, movimientos sísmicos, temblores, etc. por otro lado tenemos las
personas estresadas porque después del verano viene la organización de todo lo
que conlleva el hogar, familia, hijos, trabajos, todo es un cúmulo de
responsabilidades que en muchas ocasiones no saben cómo llevar a cabo.
Son todos momentos álgidos
vividos tan intensamente que hacen que se sufran shock emocionales, pero en la
misma medida que se ven esas cosas, por otra parte está la solidaridad de
muchas personas que han sacado a relucir esa sensibilidad, unión y la empatía
para con aquellos que están padeciendo.
Así que todo en la vida sucede
por una causa, aunque lo sabemos, nos damos cuenta que se produce cuando se dan
este tipo de situaciones. Esto hace que se despierte un nivel de conciencia en las personas.
Generalmente cuando suceden este
tipo de situaciones que no entendemos es para saquemos esa capacidad de ayuda
que todos tenemos.
Aprendiendo de los que nos
preceden y trayendo a colación lo que en su momento le tocó a ellos hacer para
salir adelante.
Esas situaciones que se han
vivido en otras épocas, nos sirven de referencia para buscar mejoras, si
nuestros antepasados lograban salir adelante con las herramientas que contaban,
mucho más ahora se puede salir de todo porque
tenemos una tecnología avanzada,
grandes maquinaria, sistemas para resolver las cosas con mayor capacidad,
rapidez, o exactitud, todo esto gracias a los avances que ha tenido la humanidad.
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