miércoles, 5 de octubre de 2022




Cuando sientes que los días han  pasado, no lo has percibido por estar absorto en las circunstancias, condiciones o situaciones que estás viviendo. Haces un alto en el camino por cualquier cosa y despiertas de ese letargo, es allí donde ves que todo lo que estaba pasando no era lo que tú veías, era parte del proceso, solo así puedes entender esa situación cuando la analizas desde afuera, sin estar involucrado, como si eso no pertenece a tu vida. 
Es muy difícil lograr discernir procesos cuando nos quedamos anclado en un monotema, mientras que si hacemos otras actividades, no hay espacio para creer que todo acaba, hay que seguir luchando por las metas, más allá de las dificultades.
Tal vez hoy no sepas nada, mañana quizás un poco más, solo viviendo el día a plenitud y en armonía lograrás tener la satisfacción que cada día que vas pasando aprendes de todo, tendrás la clave para disfrutar todo lo que a tu alrededor acontece, entenderás a todas las personas, y sabrás que cada una libra su propia batalla, aunque esa no sea tu responsabilidad, habrá esa empatía hacía la otra persona.




Asimismo sabrás que en los procesos de crecimiento y evolución pasas por todo tipo de circunstancias para moldearte y fortalecerte, nada es por casualidad, todo tiene una causa, un efecto, mientras, agradece a todos las personas que vas encontrando en ese trayecto del camino, cada uno te deja una chispa para en tu corazón para que te esfuerces, trabajas, eduques, seas constante, perseverante y llegues a la meta.
Sigue siendo tú, no cambies para complacer a los demás, mejora lo que quieres reforzar y agradece todos los días por cada avance que estás teniendo.
Trabajo constante, esfuerzo y dedicación, hacen que vayas encaminando hacía la meta que te has trazado, ya sea a corto, mediano o largo plazo.

Abrazos energéticos de LUZ Y AMOR. 

















Publicado por Ana María Colina

viernes, 24 de junio de 2022

Las luchas constante para estar satisfecho




La satisfacción que tienes cuando agradeces cada día por todo lo que vives, sientes mayor satisfacción en todo lo que realizas, le das el lugar que merecen las personas, sabes como resolver tus conflictos sin tener que estar en una discusión, al contrario, buscas soluciones en donde otros ven problemas. Esto tal vez te lo da la experiencia, el crecimiento, el perder el miedo a los que otros digan de ti, te enfocas en el crecimiento personal, profesional y espiritual. Es un abrir de ojos, despertar del letargo en el que estamos, tener la certeza de que las cosas que te suceden tenían que pasar porque estaba pedido en el proyecto de vida que estas cumpliendo.
Aunque al tener claro lo que quieres para ti, o mejor dicho lo que no quieres, aceptas pocas que no te generen satisfacción, se cumplen con reglas, normas, planificaciones, pero no estás pendientes de lo que otros te digan, sino de hacer bien las cosas para sentirte pleno, agradecido, haciendo todo un nivel de conciencia diferente, dejando de lado lo que no te interesa, empiezas a darle prioridad a lo que es importante.
Uno podría responder que, sin duda alguna, lo peor de la vida de esclavo es, desde luego, la humillación constante y el trato degradante que supone su condición de esclavo. Sin embargo, habría otra posible respuesta: lo peor que le puede pasar a un esclavo es sentirse satisfecho y hasta agradecido de la vida que le ha tocado vivir y del trato que recibe.
Se ha señalado que la felicidad no es un destino, sino más bien una actitud con la que se viaja en la vida. En Medicina, en términos holísticos, la felicidad sería estar viviendo en paz, desde el punto de vista psicológico, con nosotros mismos, con una buena relación familiar y con las demás personas del medio donde convivimos y nos desempeñamos y, por supuesto, tener una buena salud física; sin embargo, ni siquiera esta definición es completa, ya que algunos discapacitados muy valientes, dicen sentirse felices de vivir a pesar de sus problemas.


Cuántas veces hemos vivido la experiencia de iniciar muy emocionados y con altas expectativas un proyecto y al cabo del tiempo, ante los obstáculos aparecidos, mejor decidimos abortarlo antes de encontrar la manera de saltar los obstáculos aparecidos. ¿Qué hace, qué sucede en nosotros que haga la diferencia entre abandonar la consecución de un fin deseado a invertir todo el esfuerzo que haga falta para finalmente lograrlo? 
A veces, estamos tan concentrados en querer ganar que se nos olvida disfrutar. Tenemos una insatisfacción crónica cuando no valoramos el recorrido que hemos realizado para llegar al punto en el que estamos.
Aprendamos a ser agradecidos y dejemos que todo fluya,

Abrazos energéticos de LUZ Y AMOR.