sábado, 26 de septiembre de 2015


AVENTURAS CON EL ALMA Y PARA EL ALMA

Nunca dejen que el amor se convierta en rutina, hay que echarle agua al jardín para que las flores no se marchiten. “Chayanne”
¿Has sucumbido alguna vez a una verdadera aventura del alma?
Sólo amándonos a nosotros mismos podemos dar y sentir amor por los demás. “El amor no se mendiga, se regala”
Aunque muchas veces sea difícil de entender, debemos afianzar este sentimiento de amor y aceptación de nosotros mismos.  
Somos un ser espiritual en un cuerpo humano, aunque la mayor parte del tiempo nos percibamos conceptualmente como nada más que un cuerpo y nos identifiquemos con nuestros pensamientos, pasiones y posesiones. Aunque a veces nos sintamos solos y abandonados como si todo estuviera en nuestra contra, o tengamos que luchar para sobrevivir y lleguemos a un punto donde deseemos renunciar y desaparecer, aún con todo eso, somos un alma encarnada. Somos la expresión de una gota de conciencia en un cuerpo, no una mente pensante intentando dirigirlo; hemos venido a descubrirlo.

Hay un momento en el que la experiencia de renunciar abre la puerta.
Pedir disculpas es tan cotidiano como cometer errores.
Algunas veces pedir disculpas es la mejor manera de demostrar afecto y respeto por las personas.
Aunque a veces sintamos que no tenemos fuerzas para resistir, siempre habrá alguien que te demuestre que todos los días valen la pena vivirlos llenos de ilusión, alegría, felicidad y,  mucho amor.
No es fácil equilibrarnos cuando  no somos armónicos; debemos conocer nuestras limitaciones, y abrir nuestro corazón y nuestra sensibilidad para que la energía fluya.
Quererse y saberse querido hace que nos sintamos plenamente felices. Cuando nos queremos es fácil que los demás vean lo que irradiamos y por ende nos amen.
Todo lo que hagas que no sea por obligación, sino por amor.





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