martes, 9 de enero de 2018

APRENDE Y DISFRUTA CON LO QUE TIENES


Marcando el inicio de este año 2018, después de tantos días de fiestas y celebraciones, estamos de regreso a la realidad.
Disfrutando de la algarabía de nuestros pequeños en estas fechas. Ellos son la parte más importante  dentro de lo que marca la tradición navideña.
Para muchos de nosotros es una toma de conciencia y responsabilidad, porque no está nada fácil tener que estar constantemente con un nivel de tensión por todos los días que estamos en un caos, mientras que para ellos son días para el verdadero disfrute y goce en familia.
Ellos son el motor para que nos levantemos con mas energías y ganas de seguir luchando en la vida. Esas caritas de alegría son la mayor satisfacción de todos los mayores que estamos alrededor de ellos.
Se habla del estrés de tantas personas por querer complacer a todos y andan por la vida todos preocupados, es un nivel de tensión que salta a la vista cuando solo con saludar a algunas personas, se sentía la inconformodidad e incomprensión por la que están pasando.
El tsunami de las cenas navideñas con los familiares que no se soportan, pero por cumplidos sociales, se hacen partícipes de estos encuentros navideños. Por otro lado viene la deshumanización en las familias, que lo vemos cuando los mayores son dejados a un lado porque no encajan en el grupo de amistades de los otros.
Ha sido un aprendizaje que no sabría como encajarlo en el proceso evolutivo.
Los corre corres de últimas horas que hacían que todos tuviesen en un estado de tensión insoportable.
Por otro lado está la parte interesante, del consumo masivo de todo lo que a los demás se les antoja que se debe hacer. 
Esto ha sido un comienzo de año muy particular, pero al mismo tiempo de ver como estamos  carentes de lo verdaderamente esencial para los seres, como lo es el compartir desde el corazón con aquellas seres que forman parte de nuestro diario vivir, agradecidos porque todavía están allí para reunirse con nosotros, pero siempre sale a relucir aquellos temas que son las discordias en todas las celebraciones.
Espero que todos ya estén en un estado de mayor tranquilidad, paz y armonía. Qué nunca falte una mano de apoyo a todos aquellos que lo necesitan y lluvia de bendiciones.


CUENTO DEL VALOR…
Cuando el joven Nerino fue nombrado jefe de la tribu, todos esperaban que, tal y como era costumbre en la isla, dedicase sus esfuerzos a luchar contra la gran bestia del ojo de fuego, el malvado ser que los aterrorizaba desde hacía cientos de años. Nerino había prometido derrotar a la bestia, y aunque era un buen luchador, no parecía mejor que los que habían fracasado antes que él. Calculaban que no duraría mucho más de un año como jefe de la tribu. Era más o menos el tiempo que se tardaba en preparar y entrenar un grupo de guerreros para viajar hasta la cima del volcán, donde vivía el terrible enemigo. Una vez allí, sin importar lo valientes y fuertes que fueran, todos los del grupo eran aniquilados en unas pocas horas. Pero no ocurrió nada. Nerino no preparó un ejército, ni entrenó más de lo habitual, ni inventó nuevas tácticas de lucha. Se limitó a cambiar el asentamiento de la tribu cuando en verano la bestia lanzaba sus más feroces ataques, inundando todo con el abrasador fuego de su ojo. Todos le miraban con insistencia y preocupación. Le pedían que luchara, que hiciera algo, que fuera tan valiente y cumpliera con su destino como jefe, pero Nerino se limitaba a decir: “Venceré a la bestia, pero aún no es el momento”.
Así pasaron tantos años que Nerino se convirtió en un anciano. Y aunque le respetaban como jefe, pues su estrategia de ir cambiando de lugar en la isla había permitido salvar muchas vidas, todos le tenían por un cobarde. Pero cuando ya nadie lo esperaba, Nerino preparó un grupo de guerreros. Lo hizo de pronto, sin avisar, una fría noche de invierno. La nieve, rara en aquella isla, cubría el suelo, y el grupo tuvo que marchar descalzo, con los pies helados, camino del volcán, a toda prisa. Junto a la cima del volcán encontraron la cueva de la bestia. Nerino entró decidido, mientras sus compañeros realizaban los rituales típicos de despedida y se disponían a morir… Cuando entraron, el anciano estaba en pie junto a la bestia. Ésta estaba tendida en el suelo, hecha un ovillo, temblando y gimiendo, al borde de la muerte. Nerino y sus guerreros no tuvieron problemas para apoderarse del ojo de fuego y encadenar fuertemente a la bestia. De vuelta al campamento de la tribu, todos deseaban escuchar la aventura de Nerino y su combate con la bestia. Ni siquiera el bebé más pequeño faltaba cuando el jefe inició su relato:
– Jamás he pensado luchar con algo tan terrible, y hoy tampoco lo he hecho.” -dijo, creando un sentimiento de extrañeza y expectación. Y prosiguió
– ¿Ninguno os habíais fijado en que la bestia nunca atacaba en los peores días del invierno, y que después de alguna época especialmente fría, su fuego no era tan intenso, ni sus ataques tan temibles? Durante muchos años he estado esperando una nevada como la de hoy, pues lo que necesitábamos no eran guerreros, sino frío. Cuando llegamos al volcán, la bestia estaba tan débil que no pudo ni luchar. Por fin hemos acabado con siglos de luchas y muertes, y tenemos a la bestia y su ojo de fuego a nuestro servicio. Todos aclamaron la sabiduría de su jefe, y más le felicitaban quienes más le habían criticado y despreciado por su supuesta cobardía. Y hasta el más impaciente de la tribu aprendió que, a veces, la paciencia puede llegar a ser mucho más útil que la acción, aunque tengas que ser tan valiente que permitas que te traten como un cobarde.
Autor: ~Pedro Pablo Sacristán.

Abrazos energéticos de LUZ y AMOR.







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