RESPONSABLE DE MI.
“Creo que la base del
éxito de una persona es que logre sentirse totalmente responsable de su vida” (Jack
Canfield).
“La felicidad se
alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en
armonía” (Ghandi).
Todo lo que hacemos en nuestras vidas, es
el resultado directo de una idea que concebimos en nuestra mente primero. La
materia prima de toda materialización es una idea, una necesidad que engendra
un deseo. Sin una idea original que nos lleve a anticipar el resultado que
deseamos, no nos es posible lograr absolutamente nada. Podemos materializar en
nuestras vidas sólo lo que deseamos y vemos en el plano "invisible"
de nuestra imaginación.
Cuando deseamos
algo y nos consideramos capaces de lograrlo, experimentamos las más renovadoras
emociones de entusiasmo, ánimo, alegría, anticipación, determinación... pasión.
Nos sentimos capaces de todo... y mientras nos encontramos en medio de la
euforia de esos sentimientos y energías somos capaces de todo. La diferencia
entre la persona que logra sus sueños y la que no los logra está en la
capacidad de permanecer motivada por la pasión que le confieren sus deseos y
sueños.
Un sueño, cuando
lo concebimos, es algo tan delicado y frágil, que para protegerlo lo metemos en
la burbuja en la que sólo nosotros
podemos ver reflejado el arco iris, allí es necesario el silencio. ¿Por qué? ¿Recuerda
la última vez que usted se acercó a un amigo a contarle una idea y en cuestión
de unos minutos le hizo ver cuán descalabrada, poco práctica o ridícula era? El
silencio, a su debido tiempo, es una valiosa protección.
El éxito, no es
“soplar y hacer botellas” ni tampoco una suerte como ganar la lotería. Requiere
de trabajo, esfuerzo, constancia y dedicación, entre otras cualidades. Cada uno
de nosotros está donde está de acuerdo a sus merecimientos y esfuerzos.
Ningún triunfo
nace de la nada, es preciso arremangarse y ponerse en acción. En ese periodo te
esperarán muchos retos y obstáculos, tareas complicadas y otras cuestiones que
nadie querría tener que enfrentar. También cosas que van a asustarte, que dejaran
al límite tus fuerzas de continuar o te “seducirán” para desviarte de tu
objetivo. Ante todo ello, tu capacidad reside en saber esperar, analizar,
afrontar las situaciones y seguir adelante.
Tomar decisiones
“inesperadas”: los proyectos van cambiando con el tiempo, sobre todo los que
van en un camino correcto. Es normal entonces, que en ese período tengas que ir
modificando las decisiones, ya que deberás adaptarte a las exigencias o
tendencias nuevas, a lo que el mundo “pide” para lograr sobrevivir. Pero
atención, que esto no significa dejar de lado tus valores o ideologías,
simplemente, que a veces te verás obligado a cambiar el rumbo y tomar
decisiones que nunca hubieras pensado que tomarías.
Fuente: María C. Siccardi.
Publicado por: CBAna María
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