miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿DIME DE QUE PRESUMES?, Y TE DIRÉ DE QUÉ CARECES…




En esta sociedad actual se hacen esfuerzos muy grandes para que otros valoren lo que somos como personas, dejando de lado nuestra propia personalidad, valores y principios, para llegar a gustar por momentos a alguien que no sabe lo que quiere ni a donde va en la vida.
Exigimos tanto y ¿qué damos a cambio? Queremos un coche de alta gama, una casa lujosa, pertenecer a clubes donde se reúnen la alta sociedad de las ciudades, olvidando que lo importante a cultivar en el ser humano son sus valores.
Principios y valores totalmente perdidos en una sociedad donde solo interesa tener a sus habitantes en un estado de aletargamiento  o totalmente dormidos, para  poder manipularles a su antojo, donde no pienses o tengas poder de discernimiento.
Todos conocemos formas de manipular, desde los chantajes, insultos, mal humor, etc.. Pero hay otro tipo de manipulación muy dañina, la cual es difícil de detectar en un principio, es una trampa en la que se va cayendo poco a poco…
El ser humano busca siempre exhibir lo que considera mejor de sí mismo o de sus posesiones, para esconder sus puntos débiles,  pensando que  por eso rechazado o por lo cual pudiera sentirse devaluado, y esto es porque tiene miedo a no ser tomado en cuenta. El querer aparentar es algo que nos envuelve en un enigma para los otros, más aún cuando los otros han hecho la especialización en la vida.

Tomando en cuenta que detrás de todo esto hay una profundidad de sentimientos que no salen a la luz, por temor a dejar ver lo que en realidad somos. Conceptualizando cada situación vivida y descifrando los procesos que nos han marcado mucho más, probablemente saquemos conclusiones de que todo tiene su razón de ser en el comportamiento del ser humano.
Detrás de esa persona que anda presumiendo, hay necesidades y frustraciones que hacen que tenga una actitud en el comportamiento muy peculiar, para que  los demás piensen o crean que esa  es su personalidad, aunque sea una fachada para soportar los avatares de su vida real; siempre estaremos buscando ese reconocimiento que no nos dieron.
La sinceridad “duele” pero si sabes que las personas que tienes a tu lado o en tu entorno, te quieren tal cual cómo eres, no tienes por qué andar presumiendo. Cada quien que piense y sienta lo que desee, somos libres de hacerlo. Lo que debemos hacer es ser lo suficientemente maduros para lograr un equilibrio y así evolucionar. 
“Sin coraje, las otras virtudes carecen de sentido” Winston Churchill.
Le preguntaron al Dalai Lama qué era lo que más le sorprendía de la humanidad y respondió “ El hombre, porque sacrifica su salud para ganar dinero, y cuando lo consigue sacrifica su dinero para recuperar la salud,  es tan ansioso por el futuro que no disfruta el presente; el resultado es que no vive ni el presente ni el futuro; vive como si nunca fuese a morir, entonces muere sin haber vivido realmente nunca.”

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