Saber que las personas al cambiar de actitud en la vida, logran ver las cosas sin expectativas, con mayor claridad, que ven soluciones en todo aquello que antes parecían problemas sin poder ser resueltos. Las decisiones que les generan paz y tranquilidad, porque todos podemos hacer muchas cosas pero dependen de nuestras decisiones que estas marchen bien.
Todos en algún momento de nuestras vidas deseamos o necesitamos de alguien que pueda orientarnos o sugerirnos de acuerdo a sus conocimientos, lo que podemos hacer en el caso de una situación apremiante que no puede ser resuelta de una manera tan fluida o que se escapa de nuestras manos. No quiere decir esto que nos va a resolver el problema, sino que como él lo mira con otra perspectiva y es una persona con conocimientos puede entender mejor la situación por la que estamos pasando.
Algunos profesionales sienten que ellos son infalibles, no pueden llegar a necesitar de alguien que los asista, esto llega a entenderse cuando vemos el nivel de egocentrismo que tienen algunos seres, lo que no sabe es que así con la frecuencia que emitimos, recibimos. En esta vida todo sucede muy rápido, por eso es que debemos hacer un acto de reflexión y humildad cada vez que hablemos sobre unas determinadas situaciones que se creemos que nunca podemos llegar a padecer.
Nadie está exento de caer, pero estamos en el derecho de levantarnos.
Cuento Sufí Rumi: EL MOSQUITO.
Tú te pareces a un mosquito que se cree alguien importante. Al ver una brizna de paja flotando en una charca de orina de asno, levanta la cabeza y se dice:
"Hace ya mucho tiempo que sueño con el océano y con un barco. ¡Aquí están!"
Esta charca de agua sucia le parece profunda y sin límites, pues su universo tiene la estatura de sus ojos. Tales ojos sólo ven océanos semejantes. De repente, el viento desplaza levemente la brizna de paja y nuestro mosquito exclama:
"¡Qué gran capitán soy!"
Si el mosquito conociese sus límites, sería semejante al halcón. Pero los mosquitos no tienen la mirada del halcón.
Abrazos energéticos de LUZ y AMOR.
Nadie está exento de caer, pero estamos en el derecho de levantarnos.
Cuento Sufí Rumi: EL MOSQUITO.
Tú te pareces a un mosquito que se cree alguien importante. Al ver una brizna de paja flotando en una charca de orina de asno, levanta la cabeza y se dice:
"Hace ya mucho tiempo que sueño con el océano y con un barco. ¡Aquí están!"
Esta charca de agua sucia le parece profunda y sin límites, pues su universo tiene la estatura de sus ojos. Tales ojos sólo ven océanos semejantes. De repente, el viento desplaza levemente la brizna de paja y nuestro mosquito exclama:
"¡Qué gran capitán soy!"
Si el mosquito conociese sus límites, sería semejante al halcón. Pero los mosquitos no tienen la mirada del halcón.
Abrazos energéticos de LUZ y AMOR.
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