jueves, 7 de diciembre de 2017

LA VIDA SE CUENTA POR LOS MOMENTOS QUE VIVIMOS



Estamos a escasos días de que finalice el año, y podemos decir que contamos con un cúmulo de experiencias vividas, aunque el ritmo de vida que teníamos era de manera vertiginosa, una vorágine que nos arrastra a querer hacer todas las cosas de manera inmediata, sin lograr ver que todos los días traen su propio afán.
Siento que la mejor reflexión que se puede hacer es: hemos hecho lo que hemos querido y de la mejor manera que sabemos hacerlo.
Cuando sales del entorno puedes pensar que algunas veces estas haciendo cosas que no te generan felicidad para ti y para los que te rodean, pero debes tener claro que la felicidad es una emoción  muy sutil, depende de cada una de las personas, o el momento que estén viviendo para decir lo que  en realidad es sentirse tranquilo, en armonía y con mucha paz en su corazón. 


En esta época del año las conversaciones que tenemos son el balance anual de lo que hemos vivido.
Mientras en algunas familias se han quedado espacios vacíos, hay otros que están creciendo como familia, porque han tenido niños. Otros están en hospitales pasando por duras enfermedades, mientras los hay que han  recuperado la salud.
Los que se han casado, también los que se separaron, los que emigraron a otros países dejando a familias destrozadas por ese espacio que van dejando. 
Todos estamos creciendo y desarrollándonos en diferentes áreas. 
Llega el momento de dejar fluir todo en la vida. Solamente con el hecho de soltar asumiendo nuestra cuota de responsabilidad en todo el hecho creado, llega lo que es correcto para nosotros.
Cuando tenemos apegos no conectemos con la esencia divina, esa que nos ayuda a ver con claridad todos los procesos que pasamos en el diario vivir. 
Debemos aprovechar lo que nos sucede diariamente, estar atentos a las señales que nos pone la vida en el camino,  empezar a agradecer hasta por lo que no entendemos por  falta de  autoconocimiento, ya que todo tiene un objetivo en nuestro propósito de vida.
Así que mientras estamos vivos y con salud, tenemos todas las oportunidades del mundo para ser prósperos, estar amorosamente felices,y más cuando nuestros seres amados también lo están. Sería muy interesante reconocer que hemos tenido un gran año, todo y cada una de estas emociones son motivos más que suficientes para dar gracias  salir fortalecidos, proyectarnos para estar con una conciencia abierta a todos los cambios que nos suceden.
Las enseñanzas quizás no hayan sido fáciles, ha sido una lucha constante, pero al confiar en que todo sucede para que salgamos de la zona de confort en la que estamos, porque vienen las etapa de superación, crecimiento y desarrollo
Las circunstancias adversas, están para darnos cuenta lo que somos, lo importante de cómo entendemos a las personas,  porque ese conocimiento que vamos adquiriendo con la experiencia de los años nos hace que empaticemos con el prójimo.
Qué el año no ha sido como nosotros habíamos planificado, no importa, ha sido el mejor y lo que necesitas para avanzar en el crecimiento como persona para que entres en el estado de aceptación y conciencia superior.

Abrazos energéticos de LUZ y AMOR.

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