Al decir SI, de manera impulsiva, sin evaluar los pro y los contra, puede que esto nos traiga bloqueos emocionales, activando así recuerdos dolorosos del pasado, que aún no han sido sanados.
Con mucha fe y paciencia abre tu corazón, eleva la frecuencia para que encuentres hacer todo el trabajo con alegría interna, dejando el ego de lado, disfrutando de subir ese peldaño, aunque mientras lo subes sea cuesta arriba, al llegar al siguiente verás que era solo un peldaño más en la escala evolutiva.
Esos pensamientos que algunas veces son los que mantienen tu mente bloqueada, nublada, que no te permite ver todo ese camino que llevas recorrido, lo que has dejado atrás y que no te has dado cuenta.
Avanzas constantemente porque nada es estático, quizás tengas programas heredados o pensamientos negativos que te mantienen en ese estado crítico, haciendo que desde el ego te identifiques con aquello que es sacrificarte por los otros, sin ver que estas resistiendo en algo que persiste.
Cuando pasamos a ser observador, sin involucrarnos con lo que vivimos, podemos encontrar desde la conciencia esa paz que buscamos.
Sabemos que no es fácil seguir el proyecto de vida que hemos escogido, porque al estar viviendo situaciones adversas, poner cada cosa en su lugar sin ego y lograr lo que deseamos, hay que practicar muchas veces el tener paciencia, sabiduría y autoconocimiento, ver que todo lo que sucede alrededor no nos envuelva en esa vorágine que desencadene una incoherencia. Esto hace que tengamos ansiedad, tristeza, removiendo todo ese dolor que traemos por genética y que hemos de sanar aquí, no juzgar lo que otros hacen, al contrario, viendo que mientras más entiendas a todos aquellos que tenemos próximos a nosotros, mejora nuestra calidad de vida.
Tal vez nos involucramos tanto en la vida de los demás que perdemos nuestra propia vida queriendo resolver la de otros.
Todo es tan fácil, pero los humanos la complicamos tanto porque vivimos en el ego, sin conectar con la esencia que es en realidad donde está la perfección del saber vivir.
Acepta todo desde la perfección divina, partiendo de la base; que todo se hace desde el amor incondicional, sin juzgar nada.
Al agradecer todo lo que estamos viviendo y aprendiendo, nos llegan cosas importantes que nos llenan de alegría y mucha paz.
Abrazos energéticos de LUZ y AMOR.