Cuando entregues todo aquello que das desde el corazón, con agradecimiento tu vida empezará a fluir desde una conciencia diferente.
Es importante por supuesto el hecho de que seas tú quién recibe primero todo aquello que vas a dar a otros. La parte importante es valorarnos y reconocer que merecemos lo mejor para estar bien y así poder ayudar a otros.
Vemos a diario las personas que hablan, hablan, y vuelven a reincidir en todo lo que viven a diario, sin hacer nada por cambiar todo eso que los mantiene en ese estado de inconformidad. Aunque esto no es real del todo, porque cuando están felices o reciben buenas noticias, eso no lo cuentan a las personas que constantemente viven escuchando todo lo que dicen diariamente.
Si aprendemos a vivir desde el agradecimiento, todo lo que sucede a nuestro alrededor son solo lecciones de vida por aprender, recordar y vivirlas para sanar.
Sanar todas esas emociones que están enquistadas, porque son muchos años con unos patrones de vida que han hecho de cada uno una personalidad, carácter o formas de comportamiento.
A todas estas lo que se puede hacer es pasar por un tamiz todo aquello aprendido que nos sirve para avanzar, y lo otro ponerlo a un lado, porque no se sabe en que momento hay que volver a sacarlo para no reincidir en eso nuevamente.
Si saliéramos de ese letargo que vivimos por estar absorbidos en un sistema que nos arrastra a cumplir todos esos caprichos por llamarlo de alguna manera que nos lleva a ser la sociedad de consumo que somos hoy en día.
Abrazos energéticos de LUZ y AMOR.