En el umbral de mis recuerdos
Se disgregan imágenes,
En la punta de la lengua olvido nombres y Rostros
Me gusta morir como declaración de principios
La felicidad radica fundamentalmente en los hechos
Morir y renacer
Mil veces si es preciso.
Navego
Por el rio de lágrimas que carcomieron mi rostro
Sin tiempo de decir adiós
Otros desaparecen
Amigos nunca más se encuentran
Dejan sombra
Recuerdos
Muertes
Momentos echados al vacio
Hablo de esos que se han ido,
Las historias caen de un árbol con forma de hojas
El que olvida primero es un desgraciado
El que aún recuerda
Un iluso
Nunca hubo un para siempre
Me refiero a momentos que durarán toda una vida
Solía cansarme, apartarme, equivocarme
Nunca hubo un para siempre, repito
Y aunque lágrimas no faltaron
Siempre disfrute un nuevo rumbo
Una vida nueva
Renacer después de la muerte
Dejare de ser, al final del tiempo
Una arruga en la mejilla
Cansada por el sol
Sudada por el viento
Mis cenizas serán del mar, mis poemas del fuego
Mis ojos serán
De los ancianos en las plazas
De los niños en las calles mis sueños
De los árboles mi memoria
Ninguna calle llevará mi nombre
En otra vida seremos
Cajas de música
Peces de colores
Locas letras encajadas
Otro poema como este
Tratando de encontrar una verdad
En un mar de mentiras
Fuente: De sol y sombra.
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